martes, 18 de marzo de 2014

Cómo sobrevivir a la alergia en diez pasos

Cadena SER

Esta primavera será más complicada para los alérgicos que la del año anterior

FERNANDO RODRÍGUEZ
Malas noticias para los alérgicos al polen. La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) ha advertido que la temporada de alergia al polen se presenta aun más complicada que la del pasado 2013. El portavoz de SEAIC, Francisco Feo, ofrece un decálogo de prácticas que pueden ayudar a sobreponerse a los efectos del polen.

Alergia
El número de granos de polen por metro cúbico de aire previsto para este 2014 supera al de año anterior: 5.600 granos esta primavera frente a los 5.400 registrados en 2013- (EFE)
Este 2014 es otro año de malas noticias para los alérgicos. La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) ha anunciado que se avecina un año de alto riesgo para los alérgicos al polen. Si ya el pasado fue complicado para aquellas personas que sufren con la polinización de las gramíneas, las cupresáceas o los plátanos de sombra, este año se van a registrar concentraciones de polen similares.
Según ha informado la propia Sociedad Española de Alergología a través de su portavoz, Francisco Feo, el número de granos de polen por metro cúbico de aire previsto para este 2014 supera al de año anterior: 5.600 granos esta primavera frente a los 5.400 registrados en 2013. Sin duda, un varapalo para los cerca de cuatro millones de alérgicos al polen que hay en nuestro país. ¿Cómo combatir la alergia? El doctor Francisco Feo recomienda seguir este decálogo de prácticas:
1. Conocer el tipo de polen que le afecta y su época de polinización. Así, identificará las plantas y pólenes que le pueden causar perjuicios.
2.Estar informado de las concentraciones de pólenes en su ciudad. De esta forma, conocerá las fechas de riesgo.
3. Si va a realizar un viaje, consulte antes las concentraciones en su destino. Las plantas no polinizan en la misma época en toda España. Como norma general puede haber un desajuste de 4-6 semanas entre el sur, centro y norte peninsular.
4. Los días de elevada concentración evitar estancias al aire libre, en el campo, parques o jardines. Una menor exposición supone menor inhalación de pólenes.
5. Evitar la práctica deportes al aire libre. La práctica de deportes aumenta la cantidad de aire inhalado y por tanto la de pólenes.
6. Es recomendable el uso de gafas de sol. Le va a prevenir del efecto directo del polen en la conjuntiva, y por tanto de los síntomas oculares.
7. Si viaja en coche debe hacerlo con las ventanillas subidas. El estrecho contacto con el aire aumentará su contacto con el polen.
8. Realice el tratamiento sintomático cuando presente molestias. Le permitirá la mejorara de estas en un plazo corto de tiempo.
9. Si las molestias son persistentes, el tratamiento de mantenimiento resulta imprescindible. Si son continuadas el tratamiento sintomático resulta insuficiente y cada vez resultará menos efectivo. Por el contrario, el tratamiento de mantenimiento diario, básicamente en forma de corticoides inhalados nasales o bronquiales, le protegerá de exposiciones de alto riesgo.
10. La vacunación antialérgica es el único tratamiento específico. Es el que modifica el curso de la enfermedad. Permite alcanzar una elevada tolerancia frente a los pólenes y que la sintomatología resulte mucho más suave al afectado.
A la altura de estas recomendaciones debe estar el conocimiento del 'enemigo'. Conocer los puntos fuertes y débiles del polen puede ser muy útil a la hora de combatir los efectos de la alergia. El SEAIC alerta de cinco comportamientos básicos del polen muy a tener en cuenta por aquellas personas que sufren polinosis:
1. El polen se libera únicamente durante el día. Por la noche disminuye la concentración de polen. Sin embargo, por la mañana -entre las 5 de la madrugada y las 10- se produce una alta concentración, debido al efecto de inversión térmica nocturna. De ahí que sea conveniente cerrar las ventanas de la habitación y mantenerla en la penumbra la mayor parte del día.
2. Los días secos y calurosos son los que tienen mayor concentración de pólenes en el aire, sobre todo si vienen tras una lluvia.
3. Cuando llueve la cantidad de polen disminuye mucho. No obstante, cuando se está preparando una tormenta primaveral aumenta considerablemente la concentración de polen atmosférico.
4. El viento aumenta la cantidad de polen en el ambiente al levantar el que ya ha caído.
5. En el interior de la península la polinización es mayor que en las zonas costeras.

¿Soy alérgico al polen de gramíneas, cupresáceas o plátanos de sombra?

"El polen, de un día para otro, se dispara y la exposición tan intensa provoca picor de ojos, de nariz, estornudos, e incluso tos y dificultad respiratoria en caso de asmáticos". Si sufre alguno de estos síntomas, enunciados por el portavoz de la Sociedad Española de Alergología, es posible que sea alérgico.
La SEAIC advierte a la vez de la importancia de conocer a qué tipo de polen se es alérgico, sobre todo a la hora de la vacunación. Dependiendo de los meses en los que los síntomas alcancen su punto más álgido, podemos ser alérgicos a un tipo de polen u otro. Por ejemplo, de enero a marzo es muy usual desarrollar alergia a las sansónicas, en marzo y abril predomina el polen de plátanos de sombra y en mayo y junio es especialmente intensa la polinización de las gramíneas.
Para un tipo u otro, Francisco Feo coincide en que "la vacuna es el método más eficaz". "La inmunoterapia, la vacuna antialérgica específica, es el tratamiento auténtico. Cuando hablamos de tratamiento preventivo hablamos de fármacos que actúan como parches, porque al año siguiente hay que volver a hacer lo mismo. Es muy importante que las personas alérgicas conozcan el polen que les afecta, y una vez identificado, realizar una vacuna específica", sentencia.
El tratamiento de vacunación puede durar entre tres y cinco años y su coste es entre los 300 y 400 euros anuales. Aun así, desde el propio SEAIC afirman que es el tratamiento más barato. "Hay que tener en cuenta que un fármaco convencional tiene un precio entre de entre 40 y 60 euros al mes y en algunos casos se tiene que utilizar durante temporadas enteras. Diversos estudios de farmacoeconomía demuestran que la vacunación es el tratamiento más barato", concluye.
FERNANDO RODRÍGUEZ