sábado, 16 de febrero de 2013

¿Qué aspecto tienen ahora…? parte 2

Yo fui a EGB

Bueno, pues ahora vamos a por las chicas. ¿O pensabais que os íbamos a olvidar? Pues no, y es que los años pasan para todos y lo que eran rasgos graciosos y frescos, en ocasiones se convierten en auténticas mojamas o intentos desesperados por mantener lo que no se puede mantener. Vamos allá.
No seamos malos, todos envejecemos, y quién más quién menos perdemos con la juventud algo más. Pero en el caso de las estrellas estos cambios pueden llegar a ser muy grandes, sobretodo si en su momento fueron sex symbols…. Pero vamos por partes.

Jessica Lange


Aquella actriz guapísima que ganó un Oscar por enamorar a Dustin Hoffman en Tootsie

…seguro que es la abuelita más estilosa del barrio.

Sabrina


Un sex symbol ochentero con su Hot girls y su Boys boys

…y hay que decir aquello de la que tuvo retuvo. Un caso claro de persona que gana con los años.

Samantha Fox


Que levante la mano quién no soñó nunca con esta chica…

…pue sí, hoy dejaría en paro al mismísimo Freddy Krueger

Kirstie Alley


Otra de aquellas actrices por la que bebíamos los vientos….

…que empezó a coger kilos, a perderlos, a volverlos a coger…. Ahora no sé muy bien donde anda…

Julia Roberts


¿Quién no se ha enamorado alguna vez de ella…?

Pasacalles y concurso de disfraces NOCTURNO

Imagen del evento
Pasacalles y concurso de disfraces NOCTURNO
  • Noche del sábado 16 de febrero
  • 10.00 de la noche
  • Recorrido: PAseo de Santa Marina, San Marcos, Muñoz Pérez, Hermano Bonifacio, Ramón y Cajal, Miguel Servet, Camino José Cela, y llegada a la calle poeta Alfonso Yuste fin del recorrido
  • Animación con con batukada y "La Charanga Allegreto" de Fernán Núñez.
  • Actuación fin de fiesta con la actuación en directo del grupo "Fusiones del Sur" escenario situada en la calle Alfonso Yuste

Recomendaciones para aliviar la tensión muscular:

La tensión muscular es uno de los signos del estrés que afecta a tantas personas en la actualidad.

Cuando los músculos se sobrecargan se tensionan y se producen contracturas que luego causan el dolor y los demás síntomas.



Síntomas de tensión muscular son:

-dolor en la cabeza, cuello, espalda, hombros entre otras zonas del cuerpo

-cansancio y fatiga

-insomnio

-rigidez muscular

Aliviar la tensión muscular

Recomendaciones para aliviar la tensión muscular:

-El hielo ayuda a calmar el dolor y reducir la inflamación a causa de la tensión. Por lo que colocar un poco de hielo durante 10 minutos ayuda a relajar la zona tensionada.

-Las sesiones de masajes ayudan a descontracturar y aliviar la tensión muscular. Una dos o dos veces al mes se recomienda recibir masajes en el cuerpo.

-Un baño al día de agua tibia con sales o con aceites esenciales relajantes serán muy útiles para reducir la tensión muscular.

-Realizar ejercicio en forma regular también es muy eficaz para que el cuerpo alivie las tensiones. Caminar, nadar, practicar yoga son algunas de las disciplinas mas recomendadas.

-La reflexología y la acupuntura son técnicas muy antiguas y útiles para reducir la tensión muscular.

-Es importante cuidar las posturas del cuerpo y no pasar demasiado tiempo en una posición ya que favorece la tensión en los músculos.

-Buscar formas de relajarse para prevenir la tensión muscular.



Es común en las personas sufrir de síntomas por causa de la tensión muscular por lo que se debe buscar tener un estilo de vida saludable y más relajada, para mantenernos sanos

Ante dudas sobre cómo reducir la tensión muscular debemos consultar al médico.

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La Junta de Andalucía exige 137.000 euros a dos jóvenes, uno menor de edad, por impuesto de sucesiones · Heredaron cinco viviendas pero no consiguen vender ninguna

Heredar puede ocasionar graves problemas económicos y llevar al borde de la ruina a los presuntos agraciados. Éste está siendo el caso de dos jóvenes malagueños, uno de ellos menor de edad, que están pasando un auténtico calvario porque la Junta de Andalucía les reclama 137.000 euros en concepto de impuesto de sucesiones y no tienen liquidez para hacer frente a ese abono.

La historia es la siguiente. Alejandro Rico y su hermano Jorge perdieron a su padre y a su madre, víctimas de dos fulminantes enfermedades, en apenas cuatro meses en 2010. Alejandro, de 27 años, era mayor de edad y su hermano, que entonces tenía 14 años, quedó al cuidado de su abuelo. "No esperábamos ese desenlace y mis padres no tenían hecho testamento, pero sí un documento de últimas voluntades en el que se decía que nosotros éramos los herederos", apunta Alejandro.

Su padre era constructor. Tenía una empresa a medias con otro socio que, según Rico, "ahora está paralizada" y había recibido como pago de las promotoras, en lugar de dinero, cinco viviendas en Sevilla, Granada y Málaga.

Esos inmuebles han pasado a ser propiedad de sus hijos. Nadie duda de que es una gran herencia, si bien en estos momentos es más un problema que un premio. La Junta de Andalucía ha reclamado a los herederos 137.000 euros como impuesto de sucesiones y los jóvenes no lo pueden pagar. La solución sería vender uno o dos inmuebles, pero en la coyuntura actual es casi imposible deshacerse de ellos. "Tenemos todos los pisos a la venta a la desesperada, pero no se vende ninguno", afirma Alejandro. Dos de ellos están alquilados, aunque la renta que obtienen, teniendo en cuenta que de ahí hay que descontar el Impuesto de Bienes Inmuebles y otros costes, no les llega.

Alejandro trabaja como profesor en Murcia y cobra 1.600 euros al mes. Su hermano está estudiando y recibe una pensión por orfandad de 172 euros mensuales. Tras exponer su situación a la Junta de Andalucía han conseguido que le amplíen a tres años el tiempo para pagar esos 137.000 euros. Sin embargo, eso no ha supuesto un alivio especial ya que tienen que abonar 3.800 euros mensuales. Alejandro debe pagar 2.723 euros al mes y a su hermano, menor de edad, y a su abuelo, como tutor, la Junta le reclama el resto. "Nosotros no tenemos dinero para pagar eso. Tenemos casas, pero no tenemos liquidez", señala agobiado el mayor de los hermanos, quien ha tenido que pedir ayuda al resto de familiares.

Han realizado un primer pago pero no tienen capacidad económica para seguir haciendo frente al coste cada mes. Han buscado a un abogado, Juan Ignacio Domínguez, pero hay poco que hacer. Este letrado señala que la ley es así -el impuesto contempla un gravamen del 7,65 al 36,5% en función del patrimonio que se herede- y advierte que, si no se hacen los ingresos, la Junta de Andalucía pone un 20% de recargo e intereses de demora. Posteriormente se declararía el embargo de la nómina de Alejandro y, en último lugar, del inmueble ya que el Gobierno regional prefiere dinero líquido a viviendas.

Fuentes de la Junta de Andalucía destacan a este diario que, aunque el Impuesto de Sucesiones está en plena vigencia, "se ha avanzado en los últimos años y se está estudiando cómo mejorarlo". Desde el gobierno autonómico subrayan que el 80% de los herederos ya no tributan por este impuesto, pues solo lo hacen aquellas personas que reciben un patrimonio superior a 175.000 euros. En un principio el mínimo era de 15.000 euros, posteriormente pasó a 125.000 euros y desde 2010 se ha fijado en esos 175.000 euros. También destacan que, en el caso de viviendas, se contabiliza el valor catastral, que es inferior al de mercado.

"No tiene razón de ser. Tenemos el marrón de perder a nuestros padres y encima nos encontramos con esto. Ahora entiendo por qué la gente se tira por el balcón y se suicida", lamenta este joven, al que le duele sobremanera que le exijan 1.000 euros al mes a su hermano y su abuelo cuando uno está estudiando y el otro está jubilado. Un herencia envenenada que se une al dolor de quedarse huérfanos en un mismo año.

¿Montemayorenses o fernannuñenses?… ¿quiénes son los “chuscarraos”?


Fernán Núñez
Desde tiempo inmemorial los habitantes de los pueblos vecinos han tenido gran rivalidad entre ellos, llegando a ser habituales las rencillas, las peleas o la costumbre de ponerse motes despectivos los unos a los otros. En nuestra comarca se dan varios casos de esa hostilidad ancestral entre localidades colindantes, como por ejemplo entre La Rambla y Montalbán, donde los rambleños llamaban “sebos” a los montalbeños (costumbre que actualmente ya está en desuso), o entre Fernán Núñez y Montemayor, donde se dicen “chuscarraos” los unos a los otros, dándose la curiosa particularidad de que cuando alguien de un tercer pueblo llama “chuscarrao” a un fernannuñense o a un montemayorense automáticamente éste responderá: “no, no, los chuscarraos no somos nosotros, sino ellos”. Profundizando sobre este mote o pseudogentilicio hay que explicar que “chuscarrao” debe ser entendido como “churrascado”, es decir, “chuscarrao” significa quemado o ligeramente quemado, pero ¿por qué motivo se llaman así entre ellos los habitantes de estos pueblos de la Campiña Cordobesa?. Indagando por Internet y preguntando a algunas personas de Montemayor y de Fernán Núñez resulta que son varias las teorías o hipótesis que vendrían a explicar esta simpática cuestión, no habiendo podido averiguar hasta el momento cual es la verdadera. Una de ellas, que afirma que los “chuscarraos” serían los de Fernán Núñez, me la contó un montemayorense y explica que la razón es porque antiguamente sólo había un horno para hacer el pan para ambos pueblos y estaba situado en Montemayor, y como los que trabajaban allí eran montemayusos dejaban los que salían más quemados (churrascados o chuscarrados) para repartirlos en Fernán Núñez. Otra teoría, algo descabellada creo yo, dice que “chuscarraos” son los habitantes de los dos pueblos, y para explicarlo nos cuenta que en el siglo XIX se produjo un gran incendio en la Campiña que arrasó con todo y que se apagó justo en los límites de Fernán Núñez y Montemayor, que no ardieron pero que quedaron “chuscarrados”. Otra hipótesis, que me ha puesto en conocimiento el bloguero fernannuñense Diego Cardador, vendría a decirnos que el origen del mote “chuscarrao” se remontaría a la Guerra Civil. Por lo visto en La Rambla quemaron una imagen religiosa (un Cristo concretamente) y no se sabía bien quien había sido. A las personas que quemaron dicha imagen le llamaron “los chuscarraos”. Los rambleños empezaron a decir que eran forasteros los que habían hecho esa tropelía, seguramente gente venida de Fernán Núñez o de Montemayor. Los montemayusos lo negaban y decían que había sido gente de Fernán Núñez, porque éstos ya habían quemado otras imágenes en su propio pueblo, sin embargo los de Fernán Núñez también lo negaban y afirmaban que habrían sido los montemayusos porque Montemayor está más cerca de La Rambla… y así (unos y otros negando ser los “chuscarraos”) hasta nuestros días. Diego Cardador también me cuenta que personalmente cree que “chuscarrao” puede ser un apodo que se puso a los de Fernán Núñez tras los incendios ocurridos en su pueblo durante la Guerra Civil, en los que ardieron la Ermita deLa Caridad, la del Calvario y la de La Veracruz, así como muchas imágenes de la Parroquia principal, quizá los montemayorenses vieron como Fernán Núñez se “chuscarró” en gran parte con tanto incendio y empezaron a llamar a sus habitantes “los del pueblo chuscarrao” o los “chuscarraos”, y éstos, en su rivalidad natural, le siguieron el juego diciendo que los “chuscarraos” no eran ellos sino los de Montemayor. En cualquier caso, como antes se dijo, no está probado que ninguna de estas teorías sea la que realmente dio origen al mote compartido por los dos pueblos. Para terminar me gustaría decir que resulta destacable como esta aversión localista entre municipios vecinos no ha sido obstáculo para la proliferación de casamientos y emparejamientos entre personas de ambos pueblos, la cual en el caso concreto de Fernán Núñez y Montemayor es especialmente profusa. Estoy convencido de que en toda la Campiña no hay otros dos pueblos con un porcentaje más alto de parejas “mixtas”. Por suerte hoy día reina la cordialidad entre los habitantes de municipios vecinos como Montalbán y La Rambla o Montemayor y Fernán Núñez, quedando poco o nada de aquella antigua ojeriza o manía que se tenían, no pasando la misma de algunas bromas recibidas normalmente con recíproco afecto y simpatía.

Montemayor
 
Ahí os dejo el enlace del blog de Diego Cardador, merece la pena echarle un vistazo, es muy interesante: http://ibncalez.blogspot.com

Leyendas de la Campiña: “Moro”, “el perro de los entierros” de Fernán Núñez.

Entierro en Fernán Núñez donde puede verse a “Moro” en la parte inferior izquierda de la foto.
Es muy peculiar el caso de Moro, “el perro de los entierros”. Moro era un perro de color negro que traía consigo un forastero que llegó a Fernán Núñez a trabajar a principios de los años setenta del siglo pasado. Su dueño murió y el perro quedó vagabundo por el pueblo. Sin saber por qué el animal empezó a tener una extraña conducta que a unos maravillaba y a otros ponía los vellos de punta; Moro iba a todos los entierros del pueblo, se sentaba junto a la casa donde estaba el difunto y después acompañaba a la comitiva fúnebre hasta el cementerio. “El perro de los entierros” comenzó a hacerse famoso en el pueblo y en toda la comarca y las reacciones hacia el animal por parte de la gente eran variopintas, unos le echaban de comer y lo acariciaban, otros lo pateaban cuando lo veían acercarse por su calle…, y es que empezó a crearse una leyenda, se decía que era como un mensajero de la muerte, que tenía la capacidad de oler o sentir cuando alguien iba a fallecer, por eso muchas personas miedosas o supersticiosas cuando lo veían aparecer por su calle o pararse cerca de su casa lo echaban o le pegaban. La leyenda del “perro de los entierros” fue creciendo hasta llegar a los medios de comunicación; prensa, radio y televisión se hicieron eco de lo que estaba ocurriendo en Fernán Núñez y contaban la noticia de forma sensacionalista al atribuirle a Moro poderes sobrenaturales. Pero Moro no tenía ese tipo de poderes, ni tampoco era ningún mensajero de la muerte, Moro era un perro normal y corriente, un perro vagabundo como otro cualquiera que estaba todo el día deambulando de aquí para allá buscando comida o alguna perra en celo y que meneaba el rabo agradecido cuando alguna persona lo acariciaba de manera cariñosa o le daba de comer. “Yo sé por qué el perro aquel de Fernán Núñez iba a los entierros”, me dijo Vicente una noche mientras tomábamos una cerveza, no recuerdo ahora el motivo por el cual salió esa conversación. Vicente, natural de Doña Mencía, es un vecino mío de Córdoba de unos setenta y cinco años, aunque por el aspecto y el brío que tiene parece que tuviera veinte menos. Yo ya conocía la historia de Moro así que le pedí intrigado que me contara el motivo por el cual el perro tenía tan rara costumbre. Según me relató Vicente, un paisano y buen amigo suyo llamado “Manolico” trabajaba en el Ayuntamiento de Fernán Núñez, entre otras tareas, este hombre tenía la de poner una especie de banderín en la puerta de las casas donde fallecía alguien, se ve que esto era una costumbre que había en Fernán Núñez (desconozco si en la actualidad sigue haciéndose), para que la gente supiera que en esa vivienda se estaba velando a un difunto. Pues bien, como dijimos antes, el dueño de Moro falleció y el perro quedó vagabundo. A Manolico “el del Ayuntamiento”, que así le llamaban, le daba lástima de Moro y le echaba algo de comer siempre que lo veía y sobre todo cuando lo encontraba por el pueblo mientras trabajaba y ponía el mencionado banderín, de tal forma que el animalito, que sería muy inteligente, se acostumbró a verlo y relacionarlo con comida, por eso cada vez que lo encontraba colocado en la puerta de alguna casa en la que había un velatorio allí que se paraba Moro esperando que “Manolico” le echara de comer. Poco a poco el pueblo se dio cuenta de que el perro se acercaba a todos los entierros y seguramente algunos le daban de comer también, por lo que reforzaron la costumbre que, sin querer, Manolico había inculcado en la mente del perro y que sencillamente era “banderín = comida”. “No hay más que eso, ni el perro era mágico ni nada de nada, el animalito sólo buscaba comida y cariño”, terminó sentenciando mi vecino Vicente. Todo lo demás ya se dijo antes…, de ahí a la leyenda. El pobre perro Moro tuvo un trágico fin una noche de 1983 cuando varios gamberros desalmados lo apalearon hasta darle muerte, inmerecido final para un animal que nunca hizo daño a nadie y que sin darse cuenta había dado fama al pueblo que lo vio vagabundear por sus calles. En 1995 el Ayuntamiento de Fernán Núñez colocó una estatua en un parque del pueblo en homenaje a Moro “el perro de los entierros”.
Estatua en homenaje a “Moro” en Fernán Núñez.
El “perro de los entierros” se hizo bastante famoso en Alemania ya que la televisión de aquel país realizó un reportaje sobre él. Otto Krebs, escritor germano residente en Palma de Mallorca, cuando supo del triste final de Moro le dedicó unos versos en castellano:
A la memoria de “Moro”, el perro de los entierros.
Era “Moro” un perro negro de fiel mansedumbre,
que como otro vecino más acudía a los sepelios
sin que nadie supiera explicar tan rara costumbre.
Can de estirpe vagabunda las calles recorría
esperando que una mano amiga saciara su hambre
o solo buscando el calor de la humana compañía.
Alguna gente del pueblo con miedo lo observaba
temerosa de que su humilde presencia perruna
fuera una señal ceniza de que la muerte acechaba.
Pero otros más caritativos y menos temerosos
lo acariciaban allá donde se lo encontraran,
y él, dando las gracias, el rabo meneaba dichoso.
Pasó tiempo y a todo el mundo llegaron noticias
de su singular hábito que repetía con empeño,
y por el que a medias recibía patadas y caricias.
Se hicieron eco de lo que hacía aquel perro
los periódicos, la radio y hasta las televisiones,
dando Moro, sin querer, fama a aquel anónimo pueblo.
Los mismos que antaño con desprecio lo pateaban
presumían con descaro de aquel extraño suceso
y de querer mucho a “Moro”, ufanos se jactaban.
Todo acabó una noche para aquel prodigio perruno,
pues un grupo de cobardes vilmente lo acecharon
y a palos le dieron muerte sin motivo ninguno.
A las afueras del pueblo quedó moribundo el perro
y hasta aquel lugar se acercaron muchos vecinos
para despedirse de “Moro”, el perro de los entierros.
“Moro” en las calles de Fernán Núñez.

la Torre de la Cautiva de la Alhambra

QUE GUAPO TIOLa Torre de la Cautiva de la Alhambra, abierta temporalmente

Es uno de los espacios que acumula más leyendas en la Alhambra.

Después de unos años cerrada al público, este febrero, la Torre de la Cautiva, como espacio del mes, se puede visitar de nuevo, brevemente y de manera excepcional.

Los visitantes pueden contemplar esa mezcla de palacio en miniatura e instalación militar.

La decoración de su interior es una de las cumbres del arte nazarí.


Según la leyenda, la Torre de la Cautiva fue el lugar donde Aixa, la madre de Boabdil y esposa principal del sultán Muley Hacén, ordenó encerrar a Isabel de Solís.


Isabel era Soraya, la cautiva cristiana, amante y posterior esposa del penúltimo de los reyes nazaríes. Cuando murió éste, fue encerrada.


En otras épocas esta torre también recibió los nombres de Torre de la Ladrona o Torre de la Sultana.


http://www.queguapotio.com/2013/02/descubre-la-torre-de-la-cautiva-de-la.html