domingo, 1 de febrero de 2015

Pedro Díaz de Haro (I)

El Patrimonio Histórico de Fernán Núñez

Cultura, tradición, historia y arqueología de nuestra Villa

Este verano, dando una vuelta con la bici, subí el viejo Camino de La Victoria que parte desde el Ventojil, hasta dicho pueblo. Una vez subida y cerca del Cortijo de La Montesina, me detuve a contemplar lo siguiente:



La ladera de La Estacá hasta los dos postes del Realengo, aún poco urbanizada (excepto alguna casilla y chalets de ciertos "afortunados")  Como si le mirase por encima del hombro, asoma Fernán Núñez, o más bien, algunas casas de las zonas más altas y la torre de la Veracruz. Y me vino la siguiente pregunta:

¿Qué hubiese ocurrido si en 1382 Abencalez no hubiese sido destruída por el ataque de los musulmanes?

La iglesia, los habitantes, el agua, los caminos estaban en Abencalez. Probablemente el castillo de Fernán Núñez, solo era eso, un castillo o fortaleza, surgida en torno a una torre con una guarnición militar. El mismo Fernán Núñez de Temez fijó su mayorazgo en la fortaleza de Dos Hermanas y dejó esta heredad para una de sus hijas. 

Sin embargo, Abencalez tenía otro papel. Fue conquistada por Pedro Díaz de Haro, caballero del Rey Fernando III, que no cambió el nombre de su conquista. No conozco cuantos hijos tuvo, pero sí al que cedió estos territorios conquistado, el que sería luego el esposo de la hija de Fernán Núñez de Temez.

Escudo de los Haro (Señores de Vizcaya)
Por tanto, podemos decir, que la fortaleza de Fernán Núñez pasó a ser parte de los dominios de Abencalez con este matrimonio, ya que fue aportado como dote por parte de la hija de quien dió nombre a nuestro actual pueblo. En pocas palabras, Abencalez se tragó a Fernán Núñez, pero la historia tiene muchos giros y en menos de ciento cincuenta años la fortaleza de Fernán Núñez pasó a tener el protagonismo.

Y seguí mirando el paisaje. Pensaba que a lo mejor, sin ese ataque de 1385 ahora no viviríamos en Fernán Núñez, sino en Abencalez. Las calles irían siguiendo las curvas de nivel  de toda la ladera de La Estacá  y serían cortadas por empinadas cuestas  hasta llegar a un llano, el del arroyo Ventojil , que habría quedado dentro de su casco urbano.

Quizás, si Pedro Díaz de Haro, o su hijo, hubiesen fortificado bien la aldea, restaurado la torre y dotado de muros y de defensa, al igual que se hizo en la de Fernán Núñez... quizás hubiesemos seguido mirando al poniente, ocho siglos después y Fernán Núñez en lugar del nombre de nuestro pueblo, sería solo el nombre de un capitán y conquistador gallego de una zona próxima, de nuestro término.

Nuestro "héroe" pasaría a ser Pedro Díaz de Haro en lugar de este último. De todas formas, poca gente sigue conociendo que nuestro pueblo los tiene a los dos por fundadores, y esto no lo digo yo, lo dice el escudo del municipio. Por eso, merecerá la pena dedicar algunas entradas para conocer algo sobre este otro caballero de la Edad Media.

Dos torres: Fernán Núñez y Abencalez, unidas por un arco