La reciente moda de celebrar fiestas de Halloween generó un gran escándalo político en la localidad valenciana de Gandía. Una fiesta organizada por el alcalde del municipio, Arturo Torró, para celebrar Halloween, el pasado viernes, desató una gran polémica, por las fotografías divulgadas en las redes sociales.
A la celebración, que se realizó en una carpa de más de 100 metros cuadrados, asistieron numerosos invitados, quienes debieron abonar 20 euros cada uno. El motivo de indignación es la vestimenta del concejal de Agricultura, Toni Rodríguez, quien no tuvo mejor idea que elegir el disfraz de Hitler para asistir a la fiesta.
En las imágenes que circularon por Internet se puede observar al edil con el atuendo del dictador nazi y su característico bigote, junto con la concejala de Bienestar Social, Pilar Gavilá, posando en mitad de la celebración.
Tanto el alcalde como los concejales pertenecen al Partido Popular y han recibido fuertes críticas desde las formaciones de la oposición en el consistorio valenciano. Estas instantáneas (que posteriormente fueron eliminadas de los perfiles) provocaron un gran escándalo y numerosos comentarios críticos, aunque desde el Ayuntamiento de la localidad valenciana defienden que no se trataba de ensalzar al personaje, sino de ridiculizarlo por el “horror” que provoca.
Este tipo de fiestas suelen ser habituales en la vivienda del alcalde de Gandía, a las que suelen acudir decenas de invitados, cercanos colaboradores del primer edil.
El alcalde Torró trató de defender la situación de Rodríguez. “El concejal no trató de ensalzar al personaje, sino de ponerlo en ridículo y mostrarlo como un personaje nefasto”.
Rodríguez, por su parte, negó al principio que su personaje fuera Hitler y después espetó: “Se trataba de una fiesta privada y podía ir vestido como quisiera, como si me hubiera disfrazado de Lola Flores”.
En la localidad de Gandía, que tiene una población de más de 80.000 habitantes, al difundirse la foto, provocó un rechazo generalizado.