jueves, 14 de noviembre de 2013

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El cineasta Howard Hughes tuvo mucho que ver en la evolución del sujetador. Una prenda íntima que dejó de serlo gracias a las transparencias y cuyo mal uso ocasiona más de una consulta médica
Una jovencísima Betty Grable, ilustra la portada de "El sostén,mitos y leyendas y manual de uso"
Madrid, (EFE).- El cineasta Howard Hughes tuvo mucho que ver en la evolución del sujetador. Una prenda íntima que dejó de serlo gracias a las transparencias y cuyo mal uso ocasiona más de una consulta médica.
Encajes, tejidos tecnológicos, sedas, puntillas, algodón, estampados, invisibles o coloridos, la gama de sujetadores es tan variada como el uso que se le da, pero manteniendo siempre una prioridad: la sujeción de los senos.
La evolución del sujetador dio un vuelco en los años 50. Una prenda íntima que se ha convertido en una pieza de ingeniería y cuya transformación principal vino de la mano del cine.
Hughes, el obsesivo director y productor, fue quien pidió a un ingeniero aeronáutico que construyera una pieza de sujeción para el pecho de la debutante, Jane Russell, que protagonizaba “The Outlaw” (“El forajido”), filme que él producía
“Cuando se practica deporte hay que tener una prudencia extrema y no utilizar el más desgastado”
Una anécdota que cuenta en su litro “El sostén. Mitos y leyendas y manual de uso”, de Francesc Puertas (Arco Press), inspirador de Sayfit el grupo divulgador de conocimientos en corsetería, con el que nos desvela los orígenes de una pieza cotidiana, pero desconocida incluso entre sus principales usuarias, las mujeres.
Las mujeres romanas y las cretense se vendaban el pecho para que no les molestara y a partir de ahí corsés y bustiers se fueron abriendo un hueco.
Puertas asegura a Efe Estilo que uno de los errores más extendidos tiene que ver con el uso del sujetador deportivo. “Cuando se practica deporte hay que tener una prudencia extrema” y utilizar una prenda adecuada.

Mitos y leyendas

El especialista destaca que el elevado gasto en equipamiento deportivo no tiene una consecuencia directa sobre el sujetador y bromea con el hecho de que muchas mujeres utilicen el más “desgastado”.
Jane Russell en una imagen del cartel de "The Outlaw"
Durante la actividad, “tiene que sujetar para frenar el movimiento que puede provocar una dolencia y además debe ser transpirable”.
De la misma manera, Puertas advierte de que no está contraindicado dormir con esta prenda, pero aconseja que sea confortable y sin rigideces.
“Todo es puro sentido común. Hay mujeres que piensan que el reductor es un sujetador con una copa menos, pero lo que conseguirá es mayor presión y que el pecho sobresalga por delante”, dice.

Prendas de “ocasión”

Descarta que la estética esté reñida con la funcionalidad y la moda, e indica que se trata de una prenda de “ocasión”, ya que no se utiliza el mismo sujetador para ir a trabajar que para salir de fiesta o para practicar deporte, de ahí que los patrones sean tan importantes.
“Hay mujeres que piensan que el reductor es un sujetador con una copa menos”
Puertas, advierte de que si los senos tienen un volumen significativo no es recomendable utilizar un “push-up”, “el diseño balconet que dispone de tirantes a los lados produce el mismo efecto”.
El especialista en corsetería asegura que existen una gran cantidad de “mitos y leyendas” sobre el uso del sujetador, como demuestra un estudio que desvela que “siete de cada 10 mujeres no usan la talla y la copa adecuada”. Su mal uso provoca un gran número de consultas por dolores mamarios algo que se evitaría utilizando “el sostén adecuado”, reseña.
Se producen durezas por llevar una copa inadecuada. Dolores en las mamas, en la espalda o marcas en la piel tienen su origen en el uso de un sujetador incorrecto. Incluso se han detectado migrañas provocadas por un mal uso del sujetador, según los datos de la Sociedad Española de Senología y Patología Mamaria.

Aplicación para móvil

Unos datos que se repiten año tras año y que se pretende poner fin con el lanzamiento de la aplicación Sayfit para iOS y Android que permite a las mujeres calcular la talla y copa correctas de sujetador, indica las marcas que lo fabrican y las tiendas donde encontrar los modelos más adecuados a su morfología.
“La copa B es la más fabricada por las tiendas de ‘compra por impulso’, pero 1 de cada 4 mujeres necesitan copas distintas a la B”
La aplicación, cuenta Puertas, es totalmente gratuita. Existen tallas por debajo de la 85 y por encima de la 100, así como copas menores de la B y superiores a la D.
“La copa B es la más fabricada por las tiendas de ‘compra por impulso’ por eso, cuando la usuaria pide otra distinta, le da la sensación de que la tratan como a una rareza, cuando la realidad es que 1 de cada 4 mujeres necesitan copas distintas a la B”, concluye Puertas.