Miles de personas acudieron al concierto de Pablo Alborán en El Fontanar.

¡Qué bonita es la feria cuando no llueve! Aunque haga más frío que pelando rábanos. Con sus farolillos en la calle Enmedio. Ah, no, que este año no los han puesto por si llovía. La ley de Murphy nunca falla. Qué bonita. Con su pescaíto frito. Ay no, que eso es en Sevilla. Bueno, y en Córdoba, no había nada más que entrar ayer a la caseta Huertas de Tejavana para ver los platos rebosar calamares y japuta. Con su poquito de sabotaje eléctrico, que en los últimos días ha puesto el toque de novela negra a esta edición. No había más que ver al alcalde y a los concejales anoche, con el corazón encogío a la hora del alumbrado, por si el botón no iluminaba lo que tenía que iluminar. Menos mal que la luz se encendió, aunque fuera poquito a poco, dejando en penumbra las caras de los miembros del 15-M, que gritaban lemas ya tan clásicos como "¡chorizos!" y "¡esto nos pasa por un gobierno facha!" Cosas del directo en tiempos de crisis.
Qué bonitas las casetas, eso sí, con su particular banda sonora. "Tú y tú y tú y solamente túuuuuu". Ah no, que eso no era en la feria, pero da igual. Ya habrá tiempo de escuchar a los chavales de Se llama Copla , los de Siempre así y a María José Santiago en la Caseta Municipal. Aunque no sea lo mismo. Por eso quizás estaban ayer locas las mujeres de Córdoba, que abarrotaron El Fontanar para ver a Pablo Alborán en directo. Hubo hasta quien durmió en la puerta la noche anterior. Para poner ojitos al cantante desde la primera fila. No digo más.
Qué bonitos los cacharros, que ayer estaban hasta arriba de gente. Y qué bonita la recepción de la caseta municipal, con su protesta de trabajadores de Acsur en la puerta (esta vez sin ataúd) y sus buenos hoyos de aceite de la tierra a modo de picoslabis . Menos mal que está Cruzcampo, patrocinadora del evento, para alegrarnos la fiesta. Y es que este año va a repartir 6.000 cañas gratis, entre hoy, el martes y el jueves (de 15 a 19 horas). 2.000 cervezas por día. Para quitarse las penas y el calor de un trago. Solo hará falta hacerse con un ticket de los que repartirán las azafatas vestidas de rojo, rascarlo y tener suerte con lo que haya dentro. Que no te falte feria es el lema. Bien pensado. Ya está bien de quejarse de la feria y de su modelo. De ese recinto arenoso que este año tiene más huecos vacíos que un queso gruyère, lo cual es bueno porque los caballos tendrán más espacio para dar paseos. Basta de lamentarse por esos botellones fruto de una alucinación colectiva que en realidad no existen, aunque lo parezca, porque son concentraciones juveniles, que lo ha dicho la concejala Amelia Caracuel. Ella sabrá, que es de Ferias y Festejos. La feria no ha hecho más que empezar y promete. ¡Que no nos falte de ná!