MALDITA MARIHUANA
En mi vida había fumado un porro de marihuana, hasta ayer. Llevo meses queriendo saber lo que fuman Hermann Tertsch, Rafael Hernando el Culebra, Floriano, Marhuenda y otros insignes pensadores hispanos de igual talla intelectual. Así que fumé. Se me quitó el dolor de cervicales y me entró un sueño insufrible y unos mareos que me tumbaron cuatro horas en la butaca. Se me cerraron... los ojos y vi un túnel, y al final una luz, y alguien que me susurraba dulcemente: “Ven hacia la luz, Pepito, ven hacia la luz…” ¿Y qué iba a hacer yo? Pues ir.
Al otro lado del túnel España era la misma pero como pintada por Dalí: todo estaba bien puesto pero no donde debía estar. Resulta que Podemos llevaba años gobernando el país, y a su tesorero, Juan Carlos Monedero, lo habían pillado con 80 millones en Suiza de una contabilidad B de Podemos. La sede de Podemos había sido registrada por la Policía y la formación tenía cientos de cargos imputados por corrupción. La formación misma lo estaba. Monedero en la cárcel. Había repartido sobres en B a Errejón, al Coletas, a Echenique, a Alegre… Qué sé yo. Con dinero que empresarios comunistas pagaban en negro al partido a cambio de obras públicas carísimas.
Y ellos y sus familiares tenían grandísimas fortunas imposibles de justificar, y la empresa del marido de Carolina Bescansa había aumentado sus beneficios un 1.800% desde que ella era ministra, y con 15 procedimientos por impago sin aclarar. Y además habían saqueado las cajas y le había costado a los españoles 60.000 millones de euros tirando por lo bajo, motivo por el cual subieron el IVA, recortaron la sanidad, los subsidios, la educación… Todo a costa de las cajas: viajes de lujo, puticlubs, joyas, comilonas… Monedero limpiándose el churrete de las langostas en la manga de la camisa… El Coletas diciéndole que fuera fuerte, Juan Carlos, hacemos lo que podemos…
Un alto cargo de Podemos y otro también estaba encausado por llevárselo calentito, por evadir impuestos, por organizar tramas mafiosas, por falsear cuentas, por hundir cajas, por cobrar o pagar en B… Y ahora salía un tal Falciani con una lista de miles de amigotes del Coletas con dinero en Suiza, y seguramente hasta mandamases de Podemos. Y encima llamaban corrupto a Mariano Rajoy, que no era ni concejal de pueblo… Total, que al otro lado del túnel vi varios periódicos en un quiosco hecho con nubes blancas, muy bien colocaditos. “La que le estarán dando al Coletas, madre mía”, pensé. Pero no. La noticia de portada, el verdadero escándalo, era que Mariano tenía dinero en un banco español, no suizo, y había presentado voluntariamente una complementaria en Hacienda. Así que ya lo tengo claro: sin duda es marihuana lo que fuman en Moncloa y en la caverna mediática. Pero caducada. Y seguramente sazonada con poca vergüenza y dinero injustificable.
En mi vida había fumado un porro de marihuana, hasta ayer. Llevo meses queriendo saber lo que fuman Hermann Tertsch, Rafael Hernando el Culebra, Floriano, Marhuenda y otros insignes pensadores hispanos de igual talla intelectual. Así que fumé. Se me quitó el dolor de cervicales y me entró un sueño insufrible y unos mareos que me tumbaron cuatro horas en la butaca. Se me cerraron... los ojos y vi un túnel, y al final una luz, y alguien que me susurraba dulcemente: “Ven hacia la luz, Pepito, ven hacia la luz…” ¿Y qué iba a hacer yo? Pues ir.
Al otro lado del túnel España era la misma pero como pintada por Dalí: todo estaba bien puesto pero no donde debía estar. Resulta que Podemos llevaba años gobernando el país, y a su tesorero, Juan Carlos Monedero, lo habían pillado con 80 millones en Suiza de una contabilidad B de Podemos. La sede de Podemos había sido registrada por la Policía y la formación tenía cientos de cargos imputados por corrupción. La formación misma lo estaba. Monedero en la cárcel. Había repartido sobres en B a Errejón, al Coletas, a Echenique, a Alegre… Qué sé yo. Con dinero que empresarios comunistas pagaban en negro al partido a cambio de obras públicas carísimas.
Y ellos y sus familiares tenían grandísimas fortunas imposibles de justificar, y la empresa del marido de Carolina Bescansa había aumentado sus beneficios un 1.800% desde que ella era ministra, y con 15 procedimientos por impago sin aclarar. Y además habían saqueado las cajas y le había costado a los españoles 60.000 millones de euros tirando por lo bajo, motivo por el cual subieron el IVA, recortaron la sanidad, los subsidios, la educación… Todo a costa de las cajas: viajes de lujo, puticlubs, joyas, comilonas… Monedero limpiándose el churrete de las langostas en la manga de la camisa… El Coletas diciéndole que fuera fuerte, Juan Carlos, hacemos lo que podemos…
Un alto cargo de Podemos y otro también estaba encausado por llevárselo calentito, por evadir impuestos, por organizar tramas mafiosas, por falsear cuentas, por hundir cajas, por cobrar o pagar en B… Y ahora salía un tal Falciani con una lista de miles de amigotes del Coletas con dinero en Suiza, y seguramente hasta mandamases de Podemos. Y encima llamaban corrupto a Mariano Rajoy, que no era ni concejal de pueblo… Total, que al otro lado del túnel vi varios periódicos en un quiosco hecho con nubes blancas, muy bien colocaditos. “La que le estarán dando al Coletas, madre mía”, pensé. Pero no. La noticia de portada, el verdadero escándalo, era que Mariano tenía dinero en un banco español, no suizo, y había presentado voluntariamente una complementaria en Hacienda. Así que ya lo tengo claro: sin duda es marihuana lo que fuman en Moncloa y en la caverna mediática. Pero caducada. Y seguramente sazonada con poca vergüenza y dinero injustificable.
