viernes, 7 de noviembre de 2014

PIJO BORROKA MEDIÁTICA




¿Qué empuja a un pijobatasuno como Jonathan Cabeza, cargo público del Pepé, S.A., a pedir públicamente la ejecución de un representante del pueblo elegido libremente por los ciudadanos? ¿Y a ese filósofo popular llamado John Cobra? Lo mismo: la casposa pijo borroka, torrentera y lenguaraz, que calienta el horno patrio sin parar, mintiendo, insultando, manipulando, falseando y retorciendo la verdad, sembrando miedo y odio entre los españoles por el sucio puñado de euros que sus amos le arrojan desde sus mullidas poltronas.

Están calentando tanto el horno que cualquier día vamos a tener una desgracia, y serán ellos los responsables, los que a conciencia envenenan cerebros primarios como el de Jonathan Cabeza o John Cobra, los que indirectamente incitan a la agresión y al crimen con bajezas y verborrea propia de la propaganda nazi. En el recinto ferial de Celtiberia pueden ver ustedes las funciones diarias del Gran Circo Mundial 13TV o Intereconomía Circus Caste, donde afamados payasos como Alfonso Rojo, Carlos Cuesta, Sostres, Alfonso Merlos y otros crean un calculado clima de alarma y terror, instando a defendernos de nuestros enemigos: gentuza pagada por Irán, Venezuela, al-Qaeda y Corea del Norte dispuesta a robarnos las entrañas y a prohibirnos hasta el habla.

Esta pijo borroka antisistema -que constituye una casta despreciable dentro del periodismo-, es la que intenta despertar en los españoles ese odio olvidado que tanta sangre ha costado a lo largo de la historia. Porque el franquismo no murió en el 78 –eso nos dijeron pero fue mentira-, el franquismo y sus evoluciones posteriores: el felipismo, el aznarismo, el zapaterismo y el marianismo, morirán en 2015 si los españoles logramos llevar a cabo una transición pacífica, y eso es lo que intentan impedir a toda costa, porque es posible que elementos como Jonathan, inflados de pastillas y ardor patriótico, pasen de atentar contra la gramática y la ortografía a atentar contra representantes del pueblo legítimamente elegidos en las urnas.

Y entonces España sí puede ser esa Venezuela que tanto pregonan, la que buscarán si esto cambia, la que puede garantizar sus privilegios otros 76 años más. La pijo borroka mediática juega un papel fundamental en esta transición tan temida por el régimen del 78, apéndice del franquismo: convencer a los españoles de que si no es el régimen es el caos. En el 78 permitieron ciertos cambios, sus privilegios estaban garantizados y contarían con impunidad para malvender a sus amigos el patrimonio de los españoles como ciertamente han hecho. ¿Pero permitirán cambios ahora? Se lo juegan todo en un año y la pijo borroka cavernaria desempeña un papel fundamental en el desenlace final. También gran parte del pueblo ha despertado y cuenta con dos armas letales: las redes sociales y el boca a boca. Lo saben, tienen pánico, van armados de mentiras y son peligrosos.