Otra vez el rito, la tradición, la costumbre... Otra vez la fuerza del macho, la brutalidad 'racional' contra el miedo irracional. Es la Rapa das Bestas de cada
principios de julio, cuando los caballos que pastan en los montes son
agrupados en un entorno que llaman 'curro' en Sabucedo, Pontevedra, para
que los más machunos del lugar los sujeten para cortarles las crines y
marcarles a fuego.Es la brutalidad de un país que no acaba de salir de la cueva en el trato con los animales. Hoy también se ha iniciado en Pamplona una fiesta plagada de salvajadas a los toros. El maltrato, cualquier brutalidad, no tiene ninguna justificación. No solo
contra las personas. También contra los toros, los visones o los caballos.










