lunes, 7 de julio de 2014

Esperanza Aguirre: El ascenso de Podemos se debe a la baja calidad de la enseñanza




Esperanza Aguirre opina que el ascenso de Podemos se debe en buena parte a la pérdida de la calidad de la enseñanza en España, según escribe en su columna dominical de ABC, en la que sugiere que el partido de Pablo Iglesias sumirá a la ciudadanía en un "profundo atraso económico". Este es un extracto de su artículo.




Esperanza Aguirre, presidenta del PP madrileño



"En 1974 Margaret Thatcher, a punto de ser elegida líder del Partido Conservador británico, impulsó la creación del Centre of Policy Studies (CPS), con el objetivo de actualizar y articular las ideas fundamentales del pensamiento liberal y de plasmarlas en propuestas políticas concretas.

Para conmemorar su cuarenta aniversario, este Centre of Policy Studies celebró, el pasado 18 de junio, una jornada con el título de 'The Margaret Thatcher Conference on Liberty'. El hilo conductor de esta jornada era el análisis de la política de los países occidentales en los veinticinco años transcurridos desde la caída del Muro de Berlín.

Tuve el honor y la oportunidad de participar en esta jornada y dediqué mi intervención a señalar cómo sus actuales sistemas educativos son responsables muy señalados de que los países occidentales, veinticinco años después de la caída del Muro, no defiendan los valores de nuestra civilización con toda la energía y el entusiasmo necesarios.

La caída del Muro vino a certificar el fracaso sin paliativos del comunismo que, además de haber sometido a los ciudadanos a un régimen represivo sin igual en la Historia, los había sumido en un profundo atraso económico. En la caída del comunismo tuvieron un papel relevante el Papa Juan Pablo II, el presidente Reagan y la premier británica Margaret Thatcher. Muchos pensaron que aquella derrota del comunismo sería una eficaz vacuna frente a cualquier tentación totalitaria o colectivista. Sin embargo, hoy siguen presentes esas tentaciones.

Esto es así, en primer lugar, porque el virus del totalitarismo ha demostrado una especial habilidad para mutar y presentarse con distintos disfraces. El fundamentalismo islámico es una de esas mutaciones. Otra mutación es el populismo que está triunfando en algunos países de América Latina, como Venezuela, Ecuador o Bolivia. Un populismo que no disimula su parentesco con la dictadura comunista de los Castro. Podemos sería otro ejemplo de este populismo.

Pero, además, creo que esa persistencia de las propuestas totalitarias se explica porque Occidente no ha defendido con la suficiente energía la superioridad moral de sus valores. Esto es así, en parte, a causa de los sistemas educativos de la mayoría de los países occidentales en los últimos cincuenta años. Desde los años sesenta triunfan en Occidente dos ideologías que están resultando letales a la hora de formar ciudadanos conscientes, responsables y comprometidos en la defensa de nuestros valores.

Una es el 'sesentayochismo', que se basa en las propuestas antiautoritarias del mayo de 1968. Ese 'sesentayochismo', al reaccionar contra algunos excesos de autoritarismo, se ha convertido en una reacción contra la 'auctoritas' del saber. Así, en los colegios de muchos países occidentales, da lo mismo saber que no saber, aprender que no aprender, enseñar que no enseñar.

La otra ideología dominante es el igualitarismo demagógico de origen socialista. Los socialistas han confundido la deseada igualdad de oportunidades, que debe ser objetivo principal de todo gobierno, con la igualdad de resultados. Y eso solo se puede conseguir bajando el listón de la exigencia, de manera que el resultado final es una pérdida de la calidad de la enseñanza. La pérdida del sentido de la responsabilidad, del esfuerzo, del estudio y del mérito es otra de las manifestaciones de ese igualitarismo que conduce a un nefasto relativismo moral.

En resumen, probablemente Occidente no ha sabido defender con la energía necesaria los principios y los valores que lograron, hace veinticinco años, la derrota del comunismo y la caída del Muro de Berlín. Y una de las causas está en las ideologías que dominan en nuestra comunidad educativa. Unas ideologías que hacen que nuestra enseñanza sea falsamente igualitaria y que, además, desprecie la transmisión de los saberes que constituyen la esencia de la civilización occidental. Por eso, cualquier proyecto político que pretenda recuperar la iniciativa de Occidente en el mundo tendrá que abordar, sin duda, la revisión en profundidad de estos sistemas de enseñanza".