jueves, 1 de mayo de 2014

Diez cosas que te hicieron pasar miedo de verdad en la EGB

Yo fui a EGB

abril 29th, 2014 | Escrito por Jorge Diaz en Costumbres EGB
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Temblores, sudor frío, taquicardia… Cuando éramos pequeños era muy fácil impresionarnos, bastaba una situación que se saliera de lo normal, algo desconocido para que sintiéramos un gran temor. Pero hay cosas que nos marcaron para siempre porque en su momento nos aterrorizaron.
Hoy hemos recopilado diez cosas con las que pasamos auténtico miedo en la EGB. No sé vosotros, pero a mí algunas de ellas me siguen dando pánico.

El misterio de Salem’s Lot


Fueron solo tres capítulos pero las imágenes de vampiros de esta miniserie se nos han quedado grabadas para siempre y nunca antes habíamos pasado tanto miedo. A pesar de tener un rombo muchos la vimos a escondidas de nuestros padres y estuvimos mucho tiempo sin poder acercarnos de noche a la ventana de nuestra habitación.

IT

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Seguramente éramos demasiado pequeños para leerlo pero el libro IT estaba en todas las casas y, además, con lo que molaba Stephen King era imposible resistirse a leerlo. Tú y aquel payaso a solas en la oscuridad de tu habitación… ¡Cómo para olvidarlo! Ya no querías saber nada de volver al circo.

Mis terrores favoritos

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Gracias a los dos rombos nos quedamos sin ver todos los clásicos de terror que se emitieron en el UHF cuando muchas de las teles todavía eran en blanco y negro. Y digo gracias porque tan solo con ver a escondidas las presentaciones que hacía Chicho cada semana, era suficiente para no atrevernos a salir al pasillo, ir al baño o meternos a la cama. Si conseguiste ver alguna de las pelis como ‘La invasión de los ladrones de cuerpos’ (la de las vainas gigantes) o ‘El increíble hombre menguante’ es muy probable que todavía las recuerdes perfectamente.
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Pasaje del Terror

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Claro que sabías que todo era mentira, que no eran más que actores, pero estaba tan bien hecho y se crearon tantas leyendas urbanas como que había ambulancias en la puerta, que si decías que te querías salir te llevaban por una puerta en la que te quedabas solo… que la experiencia de tu primer Pasaje del Terror fue terrorífica. Nunca vayas el primero ni el último del grupo.

El practicante

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Mira que tenían manía los médicos de aquella época de solucionarlo todo a base de inyecciones. Automáticamente sabías que la cosa no terminaba ahí, que tocaba volver a visitar al practicante con aquel olor a alcohol y todos aquellos niños gritando. Eso sí que era el auténtico Pasaje al Terror.

El Plinto

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Hasta los más deportistas de la clase se acojonaban cuando el profe de educación física nos mandaba dar la voltereta sobre aquellos cajones de madera con forma de aparato de tortura. ¿Acaso alguien le vio hacerlo a él?

La revisión médica

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Sin duda el peor día de todo el curso era cuando anunciaban que tocaba revisión médica, la mayoría de las veces en plan sorpresa, sin avisar. Los primeros a los que les tocaba comenzaban a decir que te dejaban en ropa interior, que te ponían un montón de vacunas superdolorosas… Después descubrías que no era para tanto, pero el mal trago ya lo habías pasado y tocaba seguir el juego asustando a los demás. Pobres los que su apellido empezaba por Z.

La factura del Party Line

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La primera red social llegó a la pantalla de nuestra tele a principios de los noventa al grito de “Conecta con 10 a la vez. ¡Atrévete a llamar!” Por supuesto que nos atrevimos, pero inmediatamente nos empezaron a llegar rumores de facturas millonarias y lo único que podías hacer era ponerte a rezar para que a ti no te ocurriera lo mismo. “Porque a ti no se te ha ocurrido llamar, ¿verdad hijo?

Freddy Krueger

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Son muchos los monstruos y personajes de terror que ha dado el cine, pero lo terrorífico de Freddy Krueger es que se colaba de noche en tu habitación cuando estabas en la cama y se metía en tus sueños. Bueno, más bien pesadillas. Lo de Elm Street era mentira, todos hemos tenido pesadillas con él en nuestra propia casa.

El Control Sorpresa

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Junto a las frases: “al despacho del director‘ y ‘tengo que hablar con tus padres‘, ‘Control Sorpresa‘ eran las dos palabras más temidas en clase y nunca sabías cuándo podían ser pronunciadas por el profesor. El grito de pánico generalizado estaba garantizado.
¿Alguna otra cosa que te diera miedo de pequeño? Candyman, Candyman, Candyman…