domingo, 13 de abril de 2014

La Iglesia dispondrá de un año para inscribir edificios tras la entrada en vigor de la ley que lo impide





La Mezquita de Córdoba es uno de los casos más sonados de inmatriculaciones


La reforma de la Ley Hipotecaria permitirá a la Iglesia seguir poniendo a su nombre edificios sin dueño, sin tener que demostrar que es la propietaria, durante un año tras la publicación del texto en el BOE, según el anteproyecto aprobado este viernes por el Gobierno del PP.

En la actualidad, gracias a una reforma introducida por el Gobierno de Aznar en 1998, basta con que un obispo vaya al registro de la propiedad para que un inmueble cualquiera, desde un huerto a un palacio, que nunca tuvo dueño oficial pase a  manos de la Iglesia por unos cientos de euros.

El Partido Popular ha eliminado estos privilegios de los obispos en la nueva Ley Hipotecaria, pero la letra pequeña indica que las reformas entrarán en vigor un año después de que se publique en el BOE. Es el tiempo que tendrán las diócesis para finalizar con la descarada apropiación de bienes propiedad de la ciudadanía.

No se sabe con certeza cuántos bienes se ha apropiado la Iglesia por este procedimiento, realizado casi siempre de manera clandestina y sin que los ayuntamientos se enteraran, pero fuentes cercanas al Registro de la Propiedad hablan de unas 4.500 inmatriculaciones, que así se denominan.

Con los meses de tramitación de la reforma, los obispos dispondrán de más de año y medio para arramblar con cualquier propiedad. Porque les van a quitar el privilegio, pero les avisan para que se den prisa y arramblen con lo que se les haya pasado durante tantos años de expolio silencioso y 'legal'.