viernes, 21 de febrero de 2014

Lagos caídos del cielo


Paisajes de ensueño dan fama al Valle de Huanglong, un lugar ubicado al noroeste de la provincia de Sichuan, en China. Aquí los milagros de la naturaleza se traducen en lagos de colores, bosques vírgenes, montañas nevadas, cascadas, glaciares y pozas escalonadas de tonalidades azules, sobre todo. Motivos suficientes para pertenecer a la lista de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, desde 1992.

Pero su mayor atractivo son las piscinas formadas por el lago Wucai. Son 693, distribuidas a lo largo de 4 kilómetros. La gente los llama "lagos caídos del cielo".
Naranjas, amarillos, verdes y azules se plasman por obra de algas y bacterias, que encuentran su hábitat en estos depósitos de calcita. Cuando la luz del sol golpea la superficie de estas albercas naturales, se reflejan tonalidades doradas formando la imagen de un dragón de oro que serpentea hacia los bosques y montañas. Fenómeno natural, del cual se desprende su nombre.
Huanglong es una Reserva de la Biósfera (2000), un refugio para animales en peligro de extinción, como el panda gigante de Sichuan y el mono chato de oro.
Entre los atractivos que se pueden visitar en este valle está el Mouni Gully, que muestra al mundo sus dos barrancos: Zhaga y Erdaohai y sus áreas de aguas termales. Además está la cascada Feipuliuhui, el Templo Huanglong y la Cueva del Dragón Amarillo, donde hay tres figuras de Bu