sábado, 15 de septiembre de 2012

Si no come cada 15 minutos, se muere

Lizzie Velásquez debe comer cada 15 minutos para no morir.
Lizzie Velásquez debe comer cada 15 minutos para no morir.
Lizzie Velásquez tiene 23 años y nació sin tejido adiposo, por lo que no tiene grasa corporal y, por lo tanto, las energías suficientes para mantenerse con vida. Ingiere alimentos 60 veces por día.
Lizzie Velásquez, de 23 años, nació en Austin, Texas, pero sin tejido adiposo, una enfermedad poco frecuente que le impide acumular materia grasa en el cuerpo y mantener los niveles necesarios de energía para sobrevivir.

De esta manera, cada 15 minutos, Lizzie tiene que comer para mantenerse con vida. En total, hace hasta 60 comidas al día y consume entre 5.000 y 8.000 calorías diarias, pero no pesa más de 26 kilos.

"Para mantener los niveles de energía como cada 15-20 minutos pequeñas porciones de patatas fritas, dulces, chocolate, pizza, pollo, pasteles, rosquillas, helados, y tartas durante todo el día", contó la joven.

"Me molesta bastante cuando la gente me acusa de ser anoréxica. Me peso continuamente y si gano medio kilo, me emociono", dijo Velásquez, que mide 157 centímetros.

Lizzie nació con cuatro semanas de adelanto y tan sólo pesó 0,90 kilogramos, y los médicos encontraron que había líquido amniótico en el útero. "Nos dijeron que no sabían cómo logró sobrevivir", comentó Rita Velásquez, la madre de la joven.

Al principio, los médicos creyeron que Lizzie podría tener el síndrome genético De Barsy, pero lo descartaron cuando comprobaron que no tenía ninguna dificultad en el aprendizaje.

El caso de Lizzy sorprende a todos los médicos del mundo, y en la actualidad está siendo estudiada por el profesor Abhimanyu Garg, de la Universidad de Texas Southwestern Medical Center, que cree que la joven puede tener una especie de síndrome de progeroides Neonatal, que causa el envejecimiento acelerado, la pérdida de grasa de la cara y el cuerpo, y la degeneración de los tejidos.

"Somos conscientes de que un pequeño número de personas tienen condiciones similares a Lizzie, pero cada caso es diferente. No podemos predecir lo que pasará con Lizzie en el futuro, la comunidad médica aún no puede documentar esta enfermedad en personas mayores", expresó Garg.

"Sin embargo, Lizzie tiene la suerte de tener los órganos, huesos y dientes sanos. Por tanto, el pronóstico es bueno", comentó el profesor.