miércoles, 21 de septiembre de 2016

El adolescente más alto del mundo no deja de crecer


Broc Brown, de 19 años, ganó el récord al adolescente más alto cuando tenía 18, hoy en día mide 2.34 metros.

Broc Brown tiene 19 años y vive en Michigan, Estados Unidos. Brown a sus 19 años mide 2.34 metros y se ha ganado el título de el adolescente más alto del mundo.

Broc Brown en su escuela. Foto de Internet
Broc Brown en su escuela. Foto de Internet

El Libro de los Récords Guinness le dio el título oficial a Broc Brown del adolescente más alto del mundo antes que cumpliera 19 años.

Su altura es resultado de un desorden genético diagnosticado cuando tenía 5 años conocido como el Síndrome de Sotos o gigantismo cerebral.

Foto de Telegraph
Foto de Telegraph

“Es un desorden genético y al parecer no hay nada que pueda frenar que siga creciendo. No sé si algún momento dejará de crecer”, explica Darci, la madre de Broc Brown.

Brown, que rompió el récord a los 18 años del adolescente más alto, crece a una velocidad de 15 centímetro al año y va en dirección de convertirse en el hombre más alto. Actualmente el hombre que ocupa dicho récord es el turco Sultan Kosen que mide 2.49 metros.

La madre de Broc indica que su hijo ha sobresalido por su altura desde que iba en el kínder. “Yo creo que Broc medía 1.57 metros cuando estaba en preescolar, 1.83 cuando estaba en la primaria y 2.13 en la preparatoria”, indica Darci.

Broc Brown ya era muy alto desde que era niño. Foto de Telegraph
Broc Brown ya era muy alto desde que era niño. Foto de Telegraph

La condición que afecta a Broc también afecta a 15 mil personas en el mundo. Los doctores afirman que Brown tendrá una vida normal a pesar de sus problemas de salud. Además de sus gigantismo sufre de dificultades para aprender, tensión en su corazón y curvatura de la columna.

Broc en el coche con su abuela. Foto de Internet
Broc en el coche con su abuela. Foto de Internet

El joven de 19 años sufre de fuertes dolores en la espalda y los especialistas creen que es algo con lo que tendrá que vivir.

“A veces siento como si una raqueta de tenis estuviera en mi espalda, pero hago algunos ejercicios que me alivian y me quitan ese dolor”, declara Broc.

Con información de Telegraph


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