lunes, 15 de junio de 2015

OTRO CHISTE


OTRO CHISTE

Yo también voy a contar un chiste: “¿Cómo se meten cinco millones de altos cargos peperianos en un 600? Poniendo en el cenicero un sobre con dinero de los españoles”. ¿No les gusta? Se joden, no pienso dimitir de mi casa. Y mucho menos habiendo leído los dolorosísimos tuits que ustedes han escrito y justificado. Por ejemplo, uno que se le atribuye a Pablo Casado, portavoz del Pepé, S....A.: “Metes a un moro, un negro y un gitano en un coche, quien lo conduce? …la policía”. Las faltas de ortografía y puntuación corresponden al autor.

Yo no hubiera aceptado la dimisión de Zapata, cuyos tuits fueron sacados de contexto para pintar la cosa como no era. Ahora los vencedores son ellos. Ellos son quienes definen la decencia y juzgan la sordidez. Han puesto las reglas. Como desde hace siglos, son nuestros jueces. El caso Zapata es el triunfo de la manipulación y de la coerción de los medios controlados por el poder. Y también la claudicación de la inteligencia ante la estupidez colectiva.

Ahora ya saben que manipular adecuadamente y todos a la vez causa bajas en las filas contrarias, porque la reflexión y el análisis son cualidades rarísimas en el pueblo español, por eso lo expolian impunemente. Han cometido delitos por los cuales cumplirían cárcel en países decentes y no ha dimitido ni Dios. Tú, que no has delinquido, cuentas un chiste pésimo, o dicen que lo has contado, y te hacen dimitir. Solo por eso. ¿Quién pone las reglas? ¿Quién manda de verdad? Ellos.

A partir de ahora irán uno a uno por los cabecillas del cambio. Esculcarán en sus vidas privadas, en sus pasados más remotos, en su intimidad más truculenta… y créanme que algo hallarán. Exagerarán, sacarán de contexto, fabricarán la mentira, la contarán al unísono, la mayoría la creerá –tantos no pueden andar errados-, y harán caer a otro. Y luego a otro. Esa será su estrategia para abortar el cambio. Cualquier concejal que por despiste salga del ayuntamiento con un bolígrafo en la camisa, será acusado de apropiación indebida del patrimonio público, los medios cargarán a la bayoneta, en tropel, todos a una; usted verá a un monstruo donde solo hay un distraído y le parecerá necesaria su dimisión.

Yo hubiera preferido que Zapata escribiera esos chistes con intención, sí, porque tras su dimisión, el límite de la decencia lo impondría su gesto: quien haga lo que yo, o dimisión o infamia. Pero ni así, cuando eso ocurra, harán creer lo contrario; mientras no hallemos la vacuna contra la estulticia, estaremos en sus manos. Entretanto, sigue la impudicia: dos jueces del CGPJ nombrados a propuesta del Pepé, S.A. juzgarán el caso Gürtel y su ponente será Enrique López, dimitido del Constitucional por conducir ebrio; y el exconseller Blasco ha entrado en prisión por desvío de fondos públicos. Maldito país, los chavistas encarcelando a opositores y nosotros hablando de chistes.

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