Se trata de Kate Archibald, una universitaria británica de 20 años que misteriosamente empezó a subir de peso. Se dio cuenta de lo que sucedía al despertarse y encontrar comida en su cama. Al consultar con su médico de cabecera fue diagnosticada con una afección conocida como Trastorno de Alimentación Relacionado con el Sueño (TARS).
¿Qué es este trastorno? Bueno, según John Winkleman, profesor asistente de psiquiatría de la Facultad de Medicina de Harvard, en Estados Unidos, el TARS es "un estado de sonambulismo que incluye comportamientos relacionados con deseos conscientes de una persona”.
Se estima que la afección está íntimamente relacionada con el llamado síndrome del comedor nocturno. La diferencia es que están completamente despiertas y son conscientes de sus hábitos de comer compulsivamente, al contrario de las que padecen del TARS.

El Dr. Winkleman afirma que "ambas condiciones afectan a alrededor de un 5% de los adultos donde se ve una tendencia predominante en mujeres jóvenes” y continúa relatando una serie de patologías de sueño que pueden presentar estos pacientes como el Síndrome de Apneas-Hipoapneas del Sueño (SAHS), Síndrome de Movimientos Periódicos de Miembros (SMPM), Síndrome de Piernas Inquietas (SPI), narcolepsia y trastornos del ritmo circadiano, que es el que regula la vigilia y el descanso.

"Habitualmente, los que sufren este trastorno ingieren alimentos ricos en hidratos de carbono o tienen predilección por lo dulce. El problema es que hasta podrían cocinar sin darse cuenta, pudiendo quemarse y eso significa un alto riesgo”.

La periodicidad de estos despertares nocturnos para levantarse a comer puede variar. En la mayoría de los casos la frecuencia es bastante baja: una vez cada dos meses, pero en otros se puede producir hasta diez veces en una misma noche.