domingo, 4 de enero de 2015

¿Es bueno hacerle creer a los niños en los Reyes Magos?


Estos días las ofertas de cine están plagadas de películas que hablan de Papá Noel, de los Reyes Magos, de la magia y de la ilusión de los niños por recibir los regalos. Tanto la noche de Navidad como la de los Reyes Magos son momentos de verdadera fantasía.
Los niños realmente creen que sus Majestades llegarán, aparcarán sus camellos, y les dejarán regalos. ¿Eso es bueno para ellos? ¿Debemos decirles la verdad?

Entre la inocencia y la verdad de los Reyes Magos

¿Los niños deben creer en los reyes magos, papá Noel...?
Me pregunto qué hay de positivo fomentar este tipo de creencias en los niños si al fin y al cabo siempre estamos diciéndoles que es malo mentir o engañar, que la sinceridad, así como la verdad, son valores básicos en las relaciones entre familiares y amigos.
¿Y por qué les contamos esto de los Reyes Magos, de Papá Noel, del Ratoncito Pérez, del conejo de Pascua...?
Yo siempre he sido defensora de la fantasía, de la imaginación, aunque sin exageraciones. Para empezar, creo que estas creencias populares vienen de la mano de la tradición que vamos transmitiendo de padres a hijos y que forman parte de nuestra cultura.
Por otro lado, la fantasía así como la imaginación, son ingredientes importantes para el desarrollo emocional de los niños.
Representan un bálsamo, un alivio a tanta realidad que ellos viven y que muchas veces no la entienden. Los niños necesitan tener un espacio en donde la fantasía se mezcle con la realidad.
Eso es parte de la infancia y una forma para que ellos vayan entendiendo el mundo poco a poco. Lejos de ser y de adoptar el sentido consumista de estas costumbres, creo que se puede sacar partido de estas creencias, aunque me quedo en la duda si no es mejor que sean los padres los que decidan si sus hijos merecen un regalo o lo contrario, o será mejor que sean los Reyes Magos los que elijan si un regalo por el buen comportamiento o algún trozo de carbón (dulce) por una mala conducta.
Hacer con que los niños escriban una carta a los Reyes Magos, sabiendo que esta carta terminará escondida en algún cajón de la casa, ¿es mentirles? Creo que no. Yo la hice, también creí en todo eso. Y me acuerdo también del momento en que supe que los Reyes eran mis padres. Les pillé, de madrugada, poniendo mi regalo al pie del árbol de Navidad. No les dije nada, no quise quitarles la ilusión.
Ahí creo que reside la esencia de estas creencias. Los niños no son los únicos que viven la magia, los padres también la vivimos, ¡y cómo! Hay padres, como el de mi hija, que dibujaba pisadas de camellos en el suelo del salón de casa.
A mí me gustaba más el tener que beber algo del vino y comer un bocado del roscón de reyes que dejaba mi hija en la mesa para ellos. Claro, alguien tenía que comérselos, ¿no? Y tú, ¿sigues estas tradicionales en tu casa?, ¿Tus hijos todavía creen en los Reyes Magos?, ¿Qué opinas de todo eso? Me gustaría saberlo.
Vilma Medina. Directora de GuiaInfantil.com