jueves, 2 de octubre de 2014

LA LÓGICA DE LOS MONOS


LA LÓGICA DE LOS MONOS

Era yo un crío cuando vino a mi pueblo un circo con un mono equilibrista que igualaba a Cañete en su sentido de la lógica. Aplicaba la lógica hasta para comer. Una lógica de mono, naturalmente, pero lógica al cabo. Le echábamos de comer de todo y antes de probar nada se lo metía por el culo. Si le entraba, bien, se lo comía; si no le entraba, nos tiraba lo que fuera con mala leche, como Mariano los decretos. Pensaba el mono, en buena lógica, que reventaría comiendo manzanas pero no avellanas. Ese era su lógico sentido de la digestión.

Y cada vez que veo a Cañete me acuerdo del mono, aunque cuando las vacas locas lo vi comerse chuletones que no entraban ni por la boca del horno. También le oí decir: “Prefiero ducharme con agua fría antes que consumir medio litro más”, como si un litro de agua se convirtiera en litro y medio después de pasar por el termo. La lógica del mono. También dijo que “el regadío hay que utilizarlo como a las mujeres, con mucho cuidado, que lo pueden perder a uno”, como si la maldad fuera cuestión de sexo y de cantidad. En, fin, su lógica.

Ahora lo están examinando en Bruselas. No se fían mucho de un tipo que come yogures caducados como peladillas y se viste de tractorista para ganar las elecciones. Pero él, aplicando su lógica, el día antes de la prueba confiesa haber cobrado 25.000 euros de estrangis del Pepé, S.A., que yo soy muy honrado, mire usted, se me olvidó, como a Pujol. Por si acaso tiran de la cuerda y dan con el alijo entero. Y la semana anterior vendió sus acciones petroleras deshaciéndose de pruebas incriminatorias de grueso calibre… que yo soy devoto de la energía solar de toda la vida, oiga.

El todo que todo es pasar el examen como sea, y ahora intenta meterse el temario por la nariz a ver si le llega al cerebro, pero no le entra, y además lo han visto, como yo vi al mono. De momento lo han suspendido 80 eurodiputados, y los que quedan, y una muchedumbre protesta en la puerta del Parlamento: que si corrupto, que si machista, que si conflicto de intereses... En fin. La lógica de los monos, aunque ridícula, puede resultar tremendamente perjudicial, y no solo para ellos. Blesa, otro mono del clan Cañete, tal vez menos aprensivo, vio que un caramelo del banco le entraba por el culo y terminó comiéndose el banco entero. Y a través de él a media España. Y nos ha jodido bien.