viernes, 26 de septiembre de 2014

Fernando Parrilla Zapata

 
Ahora, en silencio, con la banda sonora de la noche y las calles vacías, me siento la hormiga de Walt Whitman, un borracho perdido en un cubata de tildes, porque me bebo tantas que no quedan excusas para vivir sin ellas. Y soy la letra O porque vivo en los labios de la locura plana; pero me encuentro bien, resolviendo problemas que no me pertenecen pero siendo un contable que jamás reste nada. No necesito más que lo que tengo y llega porque no sé vivir con abrazos prestados, con candidez fingida, ni me siento más grande que una hoja de hierba, que un suspiro de ausencias, que un temblor de temor. Permanezco invisible para que no me huelan, vuelo al compás del sol y contradigo al viento. Soy yo, sencillamente, crecido de colores, con falta de vocablos que me hagan oirme escuchando unas notas de la canción pérdida que jamás compondré.
Puede que los amig@s que no vieron mis manos, ni conocen mis huellas, me conviertan en pompas que explotan con el humo pero que vuelan libres como lo hacen los sueños.
Gracias Illanes, Alejandro López Andrada, Luis Auserón Marruedo, Ángela Mallén...ya formáis parte de mis formas.