Después de un duro debate, se ha impuesto la responsabilidad institucional. La Izquierda Plural, uno de los pocos bastiones decentes que quedan en el Congreso, ha echado por tierra las esperanzas de millones de republicanos y se ha entregado a los brazos del nuevo rey, Felipe VI. El cambiazo lo han realizando justo cuando empezaba el partido inaugural del Mundial de Brasil para ver si pasaba desapercibido.
El radical cambio de postura ha llegado después de que el Ministerio de Interior hubiera afirmado que el 'terrorismo anarquista' se había extendido por el país y que podrían empezar a montar atentados en cualquier momento. Tras el aviso, la coalición de izquierdas han cambiado rápidamente las cartulinas que iban a mostrar en el pleno y las han sustituido con un mensaje más patriótico, con un toque profundamente humano.
