Dinamarca es conocida por su civismo y alto
nivel de vida. Sin embargo, los adolescentes de las Islas Feroe en
Dinamarca, participan en una masacre brutal de ballenas que sin duda
pueden afectar a más de una persona. Considerado como un rito en el
lugar, las siguientes imágenes nos muestran la crueldad a la que pueden
llegar los seres humanos.
PRECAUCION, LAS SIGUIENTES IMAGENES SON MUY FUERTES.
Islas Feroe es un estado autónomo dentro del Reino de Dinamarca, pero no forma parte de la Unión Europea. Este lugar es el hogar de costumbres que hace que cualquier persona se pregunte por qué Dinamarca o Bruselas no hacen nada para detener esta matanza.
Durante el verano, cientos de ballenas de aletas largas son sacrificadas en las playas de las Islas Feroe, no porque la gente tiene hambre o que necesitan carne, sino porque es un ritual centenario. Cualquier persona puede participar, pero por lo general sólo los hombres lo hacen.
El dolor que los las ballenas tienen que soportar durante la masacre es interminable. Pero lo peor, es que las ballenas son amigables hacia los seres humanos y buscan su compañía, que, en este caso, termina en la sangre.
Sin embargo, los residentes de las islas no ven nada malo en esto. Ellos consideran que es su tradición e identidad y no pueden quitárselas.
Si te interesa que esto se detenga, difunde la palabra.
PRECAUCION, LAS SIGUIENTES IMAGENES SON MUY FUERTES.
Islas Feroe es un estado autónomo dentro del Reino de Dinamarca, pero no forma parte de la Unión Europea. Este lugar es el hogar de costumbres que hace que cualquier persona se pregunte por qué Dinamarca o Bruselas no hacen nada para detener esta matanza.
Durante el verano, cientos de ballenas de aletas largas son sacrificadas en las playas de las Islas Feroe, no porque la gente tiene hambre o que necesitan carne, sino porque es un ritual centenario. Cualquier persona puede participar, pero por lo general sólo los hombres lo hacen.
El dolor que los las ballenas tienen que soportar durante la masacre es interminable. Pero lo peor, es que las ballenas son amigables hacia los seres humanos y buscan su compañía, que, en este caso, termina en la sangre.
Sin embargo, los residentes de las islas no ven nada malo en esto. Ellos consideran que es su tradición e identidad y no pueden quitárselas.
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