domingo, 19 de mayo de 2013

SOMBRAS ENDEMONIADAS



Un sudor que se asoma entre rejas y ventana,
de la noche a la mañana,
una guitarra llora.

Una mirada cautiva,
unos gestos sin palabras,
encienden mi alma
unos brotes de ira.

Ya va llegando la hora,
ya callan con el alba,
enmudecen sus plegarias
con el canto de aurora

En presencia imaginaria
va desmintiendo su paso,
de huellas con fracaso,
de pisadas serpentarias.

Y un rumor que se acerca
muy lentamente, errante
me castiga provocante,
de procedencia burlesca.

Y un candil encendido
en noches de luna clara,
me tienen sin sentido,
en sombras endemoniadas.

Francisco Espejo Álvarez
A mis paisanos, amigos y personas que aún no estando presentes están a nuestra vera simpre. Con todo mi corarazón