Telegramas Electrónicos
Fecha: 08-05-2012
¡Hola
amig@s! ¿Creíais que nos habíamos olvidado de vosotros?...... Pues no,
pero por desgracia otros asuntos nos han tenido demasiado ocupados como
para dedicaros unas líneas. Lamentamos nuestra ausencia en los últimos
días, cosas del servicio, pero ya estamos de vuelta. De nuevo aquí para
contaros como los “malos” agudizan el ingenio, cada vez más, para
robarnos el dinero o nuestros datos. Y por si eso no fuera suficiente,
para infectar nuestros equipos y utilizarlos cuando y como les venga en
gana. Incluso se permiten el lujo de avisarnos por telegrama electrónico
URGENTE para evitar malentendidos.
No,
no, no es broma, ayer mismo estábamos “ciber-patrullando” cuando
recibimos por correo electrónico un supuesto aviso de Correos
advirtiendo que había llegado un telegrama urgente para nosotros. La
verdad, cómo cambian los tiempos, hasta los telegramas se envían por
Internet……….. ¿o no? Bueno, es igual, el caso es que dada la urgencia
del telegrama, y temiendo que alguien necesitase nuestra ayuda, hacemos
“click para abrir el Telegrama”. Curioso es que, acto seguido, nos
aparece una ventana solicitando ejecutar el programa datos.exe………
¡claro!, ahí es donde están los datos del telegrama.
Presos
de la inquietud y la curiosidad (de la que ya hemos dicho varias veces
que es muy “maligna”) aceptamos la ejecución del programa, ignoramos
todas las advertencias del Sistema, pasamos del antivirus, y………… ¡ZAS!,
nos acaban de “troyanizar”. Además con una auténtica “joyita” que anula
nuestro antivirus, infecta los archivos ejecutables del sistema
operativo, crea una unidad compartida, captura correos electrónicos,
roba contraseñas del equipo, y modifica el proceso de “arranque” de
nuestro ordenador para poder ejecutarse cada vez que lo encendamos. Algo
parecido al archiconocido “virus de la Policía”, pero con muchas más
funcionalidades. ¡Ni el Antivirus nos ha salvado!
Pero
recapitulemos un poco…… ¿quién nos enviaría un telegrama por correo
electrónico?, ¿por qué para leerlo tenemos que descargar un archivo
ejecutable?, ¿por qué el antivirus no me avisa?, ¿desde cuándo los
“troyanos” se camuflan en archivos atractivos al usuario?
La
verdad es que si nos hubiésemos hecho estas preguntas hace unos minutos,
muy probablemente no habríamos sido infectados. Recordad que no debemos
confiar ciegamente en los antivirus, ya que es posible que algún “malo”
sea capaz de saltárselos. Por eso, nuestro mejor antivirus es el sentido común,
no bajéis la guardia y no os creáis todo lo que veis, emplead la lógica
y el sentido común. Recordad que para cualquier consulta sobre esta u
otras amenazas os esperamos en la web del GDT, y en las aplicaciones para iPhone, Android, o Windows Phone.