
Continuamos con nuestro repaso a aquellos
juegos de mesa de la marca CEFA que causaron auténtico furor en los
años ochenta. Si ayer os presentábamos la primera parte, con seis juegos que puedes ver
en este enlace, hoy vamos con otros seis juegos y seis escenarios completamente diferentes en sus tableros.
La Ruta del Tesoro

La
Ruta del Tesoro era algo así como el Monopoly
versión pirata, en el que los billetes de papel se convertían en reales
de plástico, y nos dedicábamos a comprar islas y ciudades con
importantes puertos marítimos para construir en ellas casas y castillos.

Tanto los Pagaré, como los Títulos de Propiedad tenían forma de
pergamino envejecido e iban perfectamente sellados y firmados por el rey
Alfonso X El Sabio.
El Fantasma de la Ópera

Es curioso como bastaba con una ficha o pieza peculiar para que nos volviéramos locos por un juego. En el caso de
El Fantasma de la Ópera
el mayor atractivo era marcar la mano de nuestros contrincantes con
este sello de goma que dejaba la huella de su antifaz. Con tres marcas
el jugador quedaba eliminado.

Por lo demás, el juego era bastante sencillo. Comenzabas saliendo de
una alcantarilla y lo que tenías que hacer es recorrer el tablero hasta
el teatro, capturar una a una a todas las soprano y llevarlas hasta el
punto de salida.
Drácula

Esta vez el terreno de juego transcurre en el frondoso bosque que separa el pueblo del Castillo de
Drácula
en Transilvania. Las Fuerzas del Bien se enfrentan a las Fuerzas del
Mal y gana quien consigue entrar al castillo con la Cruz o destruir a
Drácula con la Estaca y el Martillo. Si estás en la parte del mal
tendrás que conseguir morder al Doctor o Hipnotizar a toda la aldea.

El juego resultaba demasiado complejo para un niño y los gráficos del
tablero tampoco resultaban tan terroríficos como nos adelantaba la
caja. Una vez más lo más atractivo eran las fichas, esta vez Dráculas
que se apoyaban sobre una pequeña peana.
Dagón

CEFA recurrió a la mitología a la hora de crear
Dagón contra el hechizero de los reinos negros y a pesar de los atractivos dragones de su caja el juego no consiguió demasiado éxito.

El tablero recordaba a una gran tela de araña separada en cuatro
colores para diferenciar a cada uno de los jugadores. Pero esta vez lo
más impresionante de todo era su enorme dado con incrustaciones en
relieve.
El Cetro de Yarek

Bienvenidos a los juegos tridimensionales. CEFA quiso dar un paso más allá y creó el juego
El Cetro de Yarek con la importante novedad de que su tablero esta vez era un barco en tres dimensiones que incluía hasta discos giratorios.

La misión consistía en adentrarse en el interior de ese
fantasmagórico barco y luchar contra todos sus maleficios hasta
conseguir el Cetro de Yarek como tesoro.
Imperio Cobra

Y despedimos este repaso a algunos de los juegos de mesa más míticos
de CEFA con el que batió todos los records de ventas y popularidad:
En busca del Imperio Cobra y que aún sigue siendo recordado con mucho cariño por todos los que jugaron a él siendo unos niños.

Jamás olvidaremos a los Hombres Cobra ni a los Aventureros, las
tarjetas de Ayuda de los Dioses, las Fuerzas Mágicas y el Oráculo, pero
sobre todo recordaremos para siempre esa ficha en forma de cobra que
coronaba la isla central, como el mayor tesoro de todos los juegos CEFA.
Puedes ver los seis juegos de la primera parte:
Doce grandes juegos de mesa de CEFA de los años ochenta (I)