El pequeño Mohamed Mosa Khan forma parte de un grupo de 30 detenidos acusados de robar gas en la ciudad de Lahore, al este de Pakistán, y que compareció en el tribunal acusados de lanzar piedras a los agentes de Policía que intentaron detenerles, según el diario de ese país 'The News'.
El pequeño, que compareció en el tribunal junto a su abuelo, fue puesto en libertad bajo fianza y su caso se ha aplazado hasta el próximo 12 de abril.
El calvario comenzó el 1 de febrero, cuando varios agentes de policía y un alguacil fueron a una vivienda para cobrar una factura del gas, dijo Atif Zulfikar Butt, un alto funcionario policial en Lahore.
Entonces se desencadenó una disputa en la que el padre del niño y uno de sus hijos adolescentes dejaron gravemente heridos a algunos de los funcionarios tras tirarles ladrillos para que se marcharan, según explicó Butt. Eso llevó a las autoridades a buscar quién había en la casa.
Cómo y por qué se vio implicado el bebé no estaba claro, aunque el funcionario de la policía de Lahore reconoció que el niño apareció en la corte el miércoles mientras le sostenía su abuelo.
"La policía presentó un acta de acusación falsa y detuvo a la persona equivocada y trajo a este bebé inocente de 9 meses de edad", dijo el abogado de la familia Irfan Tarar.
A raíz de la cobertura mediática del incidente, el ministro jefe de Punjab, Shahbaz Sharif pidió a la policía suspender de inmediato un funcionario paquistaní para archivar el caso en contra del niño, según la policía, indicó cnnespanol.cnn.com.