martes, 22 de octubre de 2013

Furor por la cría de cucarachas en China

Imagen ilustrativa
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Una empresa farmecéutica registró medicamentos curativos que logran fortalecer el sistema inmunológico con partes del insecto que se ha convertido en un verdadero boom de los negocios en el país asiático. 
Una empresa farmacéutica en China registró hace tres años unos medicamentos curativos a base de cucarachas denominados "Kangfuxin"  que logran fortalecer el sistema inmunológico y cuyo compuesto convirtió la cría de este insecto en un verdadero furor de los negocios en el país asiático.
Según relatan los expertos, los preparados de cucaracha se utilizan como método tradicional curativo en China. De ellas se obtiene un extracto que se vende bajo el nombre comercial de "Kangfuxin" y los pacientes pueden tomarlo o aplicárselo sobre la piel hasta tres veces al día.
Con ello se logra supuestamente fortalecer el sistema inmunológico, frenar las infecciones e incluso ayudar contra dolencias crónicas de estómago. Además, el polvo de cucaracha presuntamente ayuda a luchar contra el cáncer de mama y en la industria cosmética se emplea contra las arrugas.
Los productos surten efecto, asegura el profesor Pu Sheban, de la Universidad de Medicina de la ciudad de Nanjing. Y las autoridades aprobaron su comercialización.
"Las cucarachas se conocen por sus capacidades curativas en la tradición de la medicina china", afirma el profesor Pu.
La cría y el negocio
Desde la aprobación oficial, el negocio está en auge y según la prensa, la demanda de cucarachas subió hasta niveles insospechados. Los criadores chinos producen unas 1.000 toneladas anuales de cucarachas, pero aun así no logran cubrir la demanda. La industria que rodea a la medicina tradicional china necesita unas 3.000 toneladas anuales, según las últimas estimaciones.
Sin embargo, el principal inconveniente de las granjas de cucarachas chinas es que de vez en cuando se les escapan insectos. La última vez, un millón de ellas se escaparon de un centro de cría en Jiangsu, en el este del país. Los vecinos de la zona intentan desde hace semanas acabar con ellas, una tarea nada fácil ya que se trata de insectos muy resistentes.