viernes, 18 de octubre de 2013

Cospedal se pega un tiro en el pie del PP


La demanda que presentó María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, contra el ex tesorero Luis Bárcenas, y contra el grupo PRISA, editor de EL PAÍS, a raíz de la publicación de los documentos sobre la caja b de la formación conservadora, ha derivado hoy en un espectáculo judicial insólito.

Bárcenas, jefe de las finanzas del PP durante casi 20 años, ha declarado por videoconferencia desde la cárcel de Soto del Real, donde está encerrado desde hace casi cuatro meses. De la pantalla de plasma, situada detrás del juez y a la izquierda de Dolores de Cospedal, escapaban las palabras del ex tesorero cargadas de metralla y veneno: “Es mi mano la que entrega el sobre a Cospedal”, afirma el demandado Bárcenas y luego explica como la secretaria general cobró dinero negro en dos ocasiones -7.500 euros cada una- detallando los lugares donde se produjeron las entregas.
El ex tesorero desgrana ante el juez los pormenores de la gestión corrupta de las cuentas no declaradas del PP; el trato de favor que le ofreció Javier Arenas cuando ya estaba imputado por corrupción para garantizarle sueldo, chófer, secretaria y despacho; los pagos en b que hizo a la cúpula del partido y las maniobras de la dirección nacional para forzarle a desmentir la autenticidad de los papeles cuando los publicó EL PAÍS. Pero Bárcenas añade que los apuntes de sus papeles son ciertos desde la primera línea a la última. Unos apuntes que ponen bajo sospecha de grave corrupción al partido que gobierna España, a su presidente, a sus últimos secretarios generales, a grandes empresarios y al ex presidente José María Aznar.
Cospedal, en una situación desesperante que ella misma ha propiciado con su acción judicial, retira en mitad del juicio la demanda contra el Grupo Prisa, editor de EL PAÍS, al que había acusado de difundir informaciones falsas.
En el Partido Popular, que salió en tromba contra este periódico poniendo en cuestión la veracidad de sus noticias sobre los papeles de Bárcenas, los principales dirigentes señalados por Bárcenas  como perceptores de dinero negro en pagas trimestrales o semestrales decidieron seguir el ejemplo de la secretaria general y anunciaron, "por coherencia" la retirada de las demandas que presentaron contra este periódico.
Cospedal ha respondido con sonrisas de desprecio al escuchar como Bárcenas ensuciaba más la imagen y el prestigio del partido. Cuando le toca su turno, la secretaria general arremete contra su peor enemigo dentro del partido: “No he cobrado nada. Bárcenas ha hecho declaraciones falsas y muy demostrables. No sé si otros han recibido sobresueldos, ante mi pregunta me han contestado que no”.
Pero ya es tarde. El daño está hecho. La lluvia gruesa de Bárcenas ha descargado desde la cárcel toda su ira contra el PP. Desde la cárcel, con traje y corbata, dando órdenes, como si el ex tesorero manejara aún los hilos más sensibles del tinglado popular.
La ficción no hubiera imaginado nunca una escena tan efectista. El PP se inmola en audiencia pública.