domingo, 17 de febrero de 2013

Congelan a un recién nacido para salvarlo

El bebito nació con una "Taquicardia Supra ventricular".

El bebito nació con una "Taquicardia Supra ventricular".

Un bebé llegó al mundo con una enfermedad cardíaca que aceleraba su corazón más de lo normal. Con un 5 por ciento de probabilidades de sobrevivir, los médicos probaron un método innovador y lo arroparon con una frazada de gel frío, que redujo su temperatura corporal. Estuvo cuatro días "enfriado".

El pequeño británico Edward Ives ahora se ve tan sano como cualquiera de 6 meses de edad. Pero cuando nació, su vida corría mucho peligro. Edward vino al mundo con solo 5% de probabilidades de sobrevivir, debido a una condición llamada Taquicardia Supra ventricular, que causa que el ritmo cardíaco sea demasiado rápido, y peligroso. En el caso de este bebé, su corazón tenía más de 300 latidos por minuto, cuando lo normal son 160.
Pero gracias a un tratamiento pionero en el Hospital University College de Londres, Edward sobrevivió. Lo que hicieron fue reducirle la temperatura 4 grados centígrados, y lo consiguieron arropándolo en una frazada de gel frío. Con ello, su temperatura bajó de 37 grados a solo 33.3.
Esto disminuyó su metabolismo, lo que permitió que distintos órganos, como el cerebro, no resultaran dañados.
Después de dos días, los médicos hicieron una prueba y elevaron su temperatura un poco, pero el corazón de Edward volvió a latir rápidamente, así que los expertos no tuvieron otra opción que volver a reducirle la temperatura.
"Fue horrible verlo ahí, congelándose, y con solo un pañal. Lo único que quería en ese momento era levantarlo y darle mi calor, y lo único que lo evitaba era el pensamiento de que los médicos estaban tratando de salvarle la vida", dijo Claire Ives, la madre del bebé.
Durante el tratamiento, se tuvo que usar un desfibrilador hasta en 5 ocasiones, para intentar devolverle a su corazón un ritmo que no fuera a costarle la vida.
Finalmente, después del cuarto día de permanecer "congelado", el corazón del bebé regresó a niveles más normales, y entonces, cada 24 horas, los médicos elevaban su temperatura un grado.
"Tan pronto como su corazón comenzó a latir normalmente, todo comenzó a mejorar. Había estado muy inflamado porque sus riñones no estaban funcionando, pero de pronto se vio como un bebé normal" añadió su madre. Un mes después, Edward fue dado de alta y pudo irse a casa con sus padres. Hoy tiene 6 meses, y está totalmente sano.