domingo, 17 de febrero de 2013

Cierran mi banco, ¿qué hago?

                           
Cierran mi banco, ¿qué hago? La crisis está cambiando el paisaje. Casas vacías, colas de parados... y menos bancos. Muchas sucursales han desaparecido y los expertos estiman que de las 45.000 que había en 2008 nos quedaremos con apenas 30.000. ¿Qué hacer si cierran tu banco?


Los bancos se ven obligados a adelgazar y cerrar para siempre la persiana de muchas de sus oficinas. De esta dieta a la fuerza no se salva Bankia, que ha acaparado titulares en los últimos meses: durante el 2013 cerrará 1.100 sucursales, principalmente en Madrid y la Comunidad Valenciana. Tampoco se libra Banesto, que clausurará 700 sedes debido a su integración con el Banco Santander.
Pero más allá de las cifras y los titulares, ¿qué pasa si un día vas a tu oficina bancaria y descubres que la han cerrado?

Ahora tienes otro número de cuenta

La primera consecuencia es que ahora tienes otro número de cuenta. Los 20 números que forman el código estandarizado para identificar las cuentas tienen un significado:
  • Los 4 primeros corresponden a la entidad (por ejemplo, Santander es el 0049 y Banesto el 0030).
  • Los 4 siguientes corresponden a la sucursal, y por eso si la cierran todas sus cuentas cambian de número.
  • El resto de cifras forman el código de control y el número de cuenta interno.

¿Qué pasa con los recibos y la nómina?

Es habitual domiciliar en una cuenta corriente tanto recibos (la luz, el teléfono...) como ingresos (nómina, pensión...). Y seguramente hay amigos, familiares o profesionales que conocen nuestro número de cuenta por si tienen que hacernos alguna transferencia. ¿Qué pasa con todo esto si te cambian el número de cuenta?
En principio no debería haber problemas: el banco tiene que encargarse de asociar nuestro antiguo número de cuenta con el nuevo. Cualquier ingreso o pago realizado con la antigua numeración se trasladará automáticamente a la nueva.

Cuando el banco se aleja de ti

Pero de lo que nadie va a salvarte es de recorrer más metros hasta llegar a tu banco. En algunos pueblos el cierre de una sucursal puede suponer tener que ir a otro pueblo o a una ciudad para poder encontrar una sede de esa entidad.
¿Qué hacer ante estas incomodidades? Cambiar de banco. No es tan difícil como crees y, de hecho, en ocasiones resulta muy conveniente para ahorrar en comisiones.