lunes, 3 de diciembre de 2012

La lampara que enciende

MIGUEL ANGEL Toledano 03/12/2012  
La arquitectura represiva domina. Música helada. Fría, sí. Acompañada de la música que emocionaba a la corte. Los sacerdotes. El emperador. Los orgullosos mercaderes. ¿El Partenón? ¿Su geometría? La belleza y la filosofía no bastan. Pomposos, inflexibles, orgullosos, los altos y tiesos edificios rígidos, con los rígidos y orgullosos hombres, sus espinazos rígidos y sin combar por el trabajo, las voces suavecitas, educadas, todo proyectado para oprimir el ánimo. La arquitectura modela y es modelo. Los teatros y auditorios reflejan la misma cultura, esterilidad, pompa y juicio. Quemar los teatros. Cambiarlos pabellones.
La luz de los valores humanos. El aceite que acaba con la vida aislada, compartimentalizada, alineada de nosotros en nuestras respectivas casas. La lámpara que se niega a arder por dinero. Pero los arquitectos estaban trabajando por dinero, la humanidad y la pérdida. Piedras. No más casas para la impunidad de los usureros. Para la clase media alta. Para la clase media, ¿aún queda clase media? La lámpara de los pobres: sólo los mejores esfuerzos para ellos. La lámpara de la luz. La lámpara del inicio de la revolución pacífica que será encendida por las preguntas: ¿Pero quién nos pagará si trabajamos para los pobres? ¿Quién pagará los materiales, las indemnizaciones? ¿El cabildo? Arquitectura para las masas. Una arquitectura habitable. La clase media, media alta, se estremece cada vez que escucha el término de las Masas. Como si las masas fueran algo tosco, sin identidad, sin ego, estremecedor.
El instinto burgués retrocede ante la terminología del arte socialmente consciente. La lámpara que enciende el edificio para el gusto divino de los esclavos, construyendo pabellones para devolver favores, esqueletos y púlpitos elevados hasta pisar el mar, lugares donde puedan concentrarse para exorcizar los demonios y celebrar las glorias del nuevo régimen, ampliar la mente y los sentidos para la reducción, para el desmantelamiento y los recortes absolutos.

* Profesor de Literatura