martes, 4 de diciembre de 2012

Dirigentes históricos y jóvenes de colectivos sociales llaman a movilizarse contra los mismos males que hace 35 años Andalucía, avisan, debe salir del letargo y alzar la voz


Un día como hoy de 1977, más de dos millones de andaluces tomaron las calles para reivindicar una autonomía de primera. 35 años después, muchos de los problemas que empujaron a los ciudadanos a manifestarse --paro, desigualdades territoriales, recortes y la necesidad de prestigiar esta tierra-- están hoy más vigentes que nunca. Dirigentes históricos que jugaron un papel relevante en la conquista autonómica y jóvenes miembros de colectivos sociales llamados hoy a engrosar el Pacto por Andalucía coinciden en que ahora es "más imprescindible que nunca resucitar el 4-D". Andalucía, avisan, debe salir del letargo y alzar la voz porque no puede "quedarse atrás" ni "retroceder" en derechos.
"Andalucía no puede quedar perdida o difuminada en los debates territoriales. Sería terrible", advierte Salvador Távora. Este dramaturgo sevillano, que en el 77 estaba inmerso en el espectáculo Quejío, asegura que el sentimiento autonómico empezó a forjarse mucho antes, a finales de los años 60, y que fue el mundo del arte el que lo impulsó. "Los políticos se sumaron después y todos añadieron la letra A a sus partidos", recuerda. Távora alerta de que son muchos los "riesgos" que los andaluces corren si no reivindican su papel en España. "Andalucía estaba antes que todo y no se puede quedar atrás", afirma.
De esos "riesgos" avisa también Felipe Alcaraz, histórico dirigente del PCA y exportavoz de IU en el Congreso de los Diputados. "Si Andalucía no hace un amplísimo frente crítico y alternativo, no habrá solución a los problemas", sostiene. A su juicio, los "motores" que movieron a los ciudadanos a echarse a la calle en el 77 se mantienen hoy: "el 35% de paro en la comunidad, la inmigración y el desprestigio de Andalucía", apunta. "O se sale a luchar, o no se conquista nada", sentencia Alcaraz. Las fuentes consultadas por este periódico coinciden en una paradoja: pese a que hoy resulta necesario reeditar el "espíritu de los 70", el pueblo andaluz no tiene esa "inquietud". "Nos hemos olvidado de lo que somos, hemos dejado de soñar y no sabemos ya cuál debe ser nuestra hoja de ruta", lamenta el periodista gaditano Juan José Téllez. El director del Centro Andaluz de las Letras, que en el 77 tenía 19 años y animó a la movilización desde la revista contracultural Jaramago, advierte de que Andalucía vive hoy una "encrucijada" porque "puede perder su sitio", pero apunta que no es un debate que "preocupe en los bares o en la universidad".
Algo parecido opina Rubén Sánchez (1974), portavoz de Facua. El representante de los consumidores señala que la sociedad está hoy "muy dormida" frente a las "agresiones y recortes del Gobierno central" y llamó a movilizarse para reivindicar "mejoras".
Facua es una de las asociaciones que el Gobierno andaluz quiere sumar al Pacto por Andalucía --integrado por partidos, empresarios, sindicatos y diversas organizaciones sociales--, un gran acuerdo que se pretende materializar el 28-F. Sánchez se mostró muy escéptico con este pacto. "El Gobierno nos va a vender un acuerdo pero en realidad no se implica a la sociedad civil. Solo quieren hacerse la foto", criticó. De la misma forma se pronuncia Juanjo García, del movimiento 15-M. "Los ciudadanos estamos hartos de estas propuestas, que son cantos de sirena. Nos gustaría un pacto social dejando al margen a los políticos", propone.

Debate territorial

Lo que nadie duda es que Andalucía, que logró el café para todos, se la juega en una coyuntura de serios tirones territoriales. "Hay una puesta en cuestión del Estado autonómico que viene de los que tienen nostalgia centralista y de algunos territorios periféricos", considera José Rodríguez de la Borbolla. El expresidente de la Junta, que en el 77 era secretario de Organización del PSOE de Sevilla, defiende que desde Andalucía "tenemos algo que decir" en el debate territorial para no perder competencias ni recursos