sábado, 24 de noviembre de 2012

Para mejorar el humor, sexo en el trabajo

El cuarto de la fotocopiadora, uno de los lugares para tener sexo con tu compañero (imagen ilustrativa).

El cuarto de la fotocopiadora, uno de los lugares para tener sexo con tu compañero (imagen ilustrativa).

Al parecer, mantener relaciones con tus compañeros de laburo en la oficina aumenta la productividad, favorece la autoestima, te hace más creativo y más imaginativo. Entrá a la nota y enterate cuáles son las fantasías más recurrentes y los mejores lugares para hacerlo.

"Tener sexo con alguien del trabajo beneficia seriamente la salud", podría leerse en las paredes de las empresas en un futuro no muy lejano. Aumenta la productividad, favorece nuestra autoestima, nos hace más creativos, más imaginativos y aunque cueste creerlo, en el caso de que contemos con pareja estable, esta pequeña travesura puede terminar reforzando nuestra relación.
Las cosas en este terreno han cambiado mucho y si bien hace una década algunas empresas prohibían las relaciones íntimas entre el personal, actualmente parece que se ha levantado la veda. Pero, si de verdad has decidido dar el paso y vivir un affaire en el despacho, hay algunas cosas que debes de saber.
Fantasías recurrentes
Es precisamente en el contexto laboral donde tienen lugar algunas de las fantasías eróticas más extendidas. Si sabes qué es lo que calienta a tus compañeros, podrás abonar el terreno de cara a una posible aventura.
¿Cuáles serían estas recreaciones sexuales?
1. Hacerlo con tu jefe: Aquí entra en escena el juego de poder, la dominación, la sumisión. ¿Quién no ha soñado que entraba al despacho de su jefe y este le pedía que cerrara la puerta para hablar de un asunto privado? Luego vendría un "quítate la ropa", "no me puedo controlar" , un "me pones muy caliente" y la anhelada consumación.
2. Desnudarte delante de otros: Ponte en situación. Tiene lugar una importante reunión, los socios principales se sientan alrededor de una mesa, entonces tú te pones de pie y comienzas a liberarte de la ropa, sin prisa, mientras sientes las miradas cargadas de deseo y como el cuerpo de tus compañeros reacciona ante la visión de tu desnudez.
3. Enrollarte con alguien de tu mismo sexo (si eres heterosexual): En casa las cosas no marchan muy bien pero siempre está esa compañera que te entiende, que te escucha y te hace reír. Un buen día quedáis a tomar algo a última hora, os bebéis un par de copas y os dejáis llevar, primero con un beso suave, para luego pasar a mayores en la intimidad.
4. Castigar a un subordinado: El chico nuevo de la oficina es joven y de vez en cuando se equivoca. Tras uno de sus fallos le llamas a tu despacho y decides que merece un correctivo. Así que le vendas los ojos y le haces recorrer todo tu cuerpo con su boca. ¿Será capaz de darte lo que necesitas?
El lugar es importante
Si ya tienes claro qué es lo que te gustaría que sucediera, el dónde es también una parte importante en este tipo de relaciones. Toma nota de los lugares preferidos para dar rienda suelta a la pasión en el lugar de trabajo.
El ascensor se convierte en uno de los lugares preferidos por hombres y mujeres para tener una relación clandestina.
1. El baño: Ella prefieren en el femenino y ellos… también. Por lo tanto aquí habría consenso. Se trata de un territorio neutral, con espacios aislados de reducidas dimensiones que nos obliga a actuar rápido y de manera silenciosa. ¿Alguien da más?
2. En el ascensor: Requiere de rapidez y sólo es apto para pequeños arrebatos que más tarde deberán de consumarse en otro lugar. Ideal para establecer un primer contacto.
3. En la fotocopiadora: Si tu lugar de trabajo dispone de ese pequeño cuarto con impresora, fotocopiadora y escáner, puede ser un buen punto de encuentro si conseguís quedaros a solas, por ejemplo, a la hora de comer.
4. Sobre tu mesa: Indispensable que no haya nadie más en la oficina. Esta sería la modalidad más pura en este tipo de affaire. Pones a un lado el teclado, retiras los papeles y os ponéis manos a la obra.