miércoles, 12 de septiembre de 2012

"Entrevisiones" de Miguel Ángel Toledano. Hoy: "La música penetra

MIGUEL ANGEL Toledano 10/09/2012

El poeta no retiene lo que descubre; una vez transcrito, lo pierde enseguida. "El verso cae como la brasa y se deshace", decía René Chard. La música, en cambio, permanece. Aunque las relaciones entre ambas sean mucho mayores de lo que pudiéramos imaginar: la poesía viene de la moussiké griega, y toda música es un recuerdo, una nostalgia viva. Por eso nos evoca creativamente, nos devuelve a la memoria fragmentos, edades, etapas completas de momentos muy significativos de nuestra vida. La música, además, posee una cualidad esencial: no sólo puede llegar a ser una experiencia transcendental para quienes la interpretan, sino para quien la escucha y la siente compartiendo esa experiencia íntima e intransferible que unirá ya para siempre al músico con el público. La música nos penetra, nos envuelve, va formando parte de la totalidad de nuestra vida y, cuando va pasando el tiempo, percibimos que es algo ya nuestro desde hace mucho, que estuvo y estará ahí siempre, ajena a las irrelevantes modas o tendencias, a veces tan incesantes y frívolas. Algo se remueve dentro de nosotros cuando escuchamos una canción, una obra, que forma parte de la fibra más sensible y espiritual de nuestra alma. Es lo que se experimenta cuando se contempla una obra de arte. La escultura, la pintura, por ejemplo, son la poesía y la música sin palabras ni sonidos. El verano es una época especialmente propicia para la música, porque nos permite interpretarla o escucharla en espacios abiertos, al aire libre, junto a otras personas y bajo las estrellas. Asistimos a un concierto y volvemos a disfrutar de las melodías que se han quedado en ese espacio de la piel y la memoria donde uno conserva las sintonías más hermosas. La música nos penetra. Tal vez en eso residen su novedad, su infinito y su peligro.
* Profesor de Literatura