miércoles, 15 de agosto de 2012

58 días de silencio atronador


Por la cancelación de la deuda hipotecaria de la vivienda de la que fueron desahuciados. ¡Junt@s podemos!

Todos somos Jorge, Patricia y Amanda

Jorge Cordero cumple hoy cincuenta y ocho días huelga de hambre acampado en la Plaza de La Escandalera de Oviedo reivindicando su derecho a reiniciar desde cero su vida, la de su esposa Patricia y su hija de seis meses Amanda. El día 27 de junio fueron desahuciados de su vivienda en el barrio de Ciudad Naranco, tras una brutal intervención policial que se saldó con veinte detenidas de entre las numerosas personas que, atendiendo la convocatoria de diversos colectivos sociales se habían congregado allí para evitar tal atropello. Ahora Jorge, cobijado bajo su precario toldo, solicita a Cajastur, la entidad financiera que ejecutó su hipoteca, que cancele la deuda que aún le reclama, cercana a los 108.000 €.
La reivindicación de Jorge y la dignidad que ha demostrado durante estos cincuenta y siete días vienen recibiendo el respaldo y la simpatía de miles de ciudadanos y ciudadanas que suscriben las diversas campañas de recogida de firmas, presentan quejas formales ante Cajastur, retiran sus ahorros o cancelan sus cuentas, o participan en las numerosas concentraciones convocadas por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, Stop Desahucios o el Movimiento 15M. Este enorme favor popular contrasta vivamente con el silencio mantenido por los poderes financiero, político y mediático de la región. La demanda de Jorge no ha merecido ni una sola declaración por parte de su destinataria, Cajastur, que no sólo ignora su presencia a las mismas puertas de su sede central, sino que devuelve sin abrir las cartas de petición enviadas por Jorge mediante correo certificado.
Por su parte, los partidos políticos mayoritarios han dado la callada por respuesta a la carta abierta remitida el pasado 13 de julio reclamando su posicionamiento público en este conflicto, habida cuenta de que la mayoría de los miembros del Consejo de Administración de Cajastur ostentan dicha condición en función de su militancia en dichos partidos. Esta inhibición resulta aún más vergonzosa en el caso del PSOE, que incluía la dación en pago en su programa electoral de las elecciones generales de 2011. Tan sólo IU se ha manifestado públicamente y ha realizado gestiones, hasta el momento sin resultado.
Pero la omisión más estrepitosa si cabe, teniendo en cuenta su misión y responsabilidad frente a la ciudadanía, es la protagonizada por los medios de comunicación regionales, que han establecido un bloqueo informativo alrededor de la Plaza de La Escandalera imposible de traspasar. Únicamente honrosas excepciones, como los medios críticos e independientes (Diagonal, Periodismo Humano, Glayíu, entre otros) se hacen eco con regularidad de la evolución de la lucha de Jorge; el silencio del resto evidencia su sumisión a los intereses de Cajastur y al poder que ésta ejerce a través de sus créditos y sus contratos de publicidad.
Pero esta situación no podrá mantenerse durante mucho tiempo. Políticos, banqueros y dueños de los medios de comunicación no podrán seguir actuando como si en la Plaza de La Escandalera nada sucediera, como si Jorge, en sus propias palabras, fuera “un elemento más del mobiliario urbano”. Y lo saben. Pero, como ha ocurrido con todos los avances sociales a lo largo de la Historia se resisten, se esconden, dan largas, en ocasiones patalean, hasta que un día miran alrededor y encuentran de vuelta el mismo silencio atronador al que han condenado a los precursores de los derechos ciudadanos como Jorge Cordero.