A pesar de que el joven asegura que fue servicial y amable en todo momento la policía le detuvo la mañana de ayer y ha sido puesto a disposición judicial a la espera de juicio rápido. Al parecer la señora entró en el local el pasado martes con la intención de llevarse la cena a casa para ella y su marido. “Empecé a sentirme mal cuando el muchacho me dijo que si me gustaban grandes, pensé en contestarle que a él qué le importaba, pero me puse tan nerviosa que solo me salió un “sí” titubeante”, declara la clienta… “fue entonces cuando me dijo literalmente que me iba a dar un pollazo, eso ya no lo podía permitir”.
El trabajador asegura que simplemente quería tratar a la clienta, “le quería dar mi mejor pollo, por eso pregunté si le gustaban grandes. Creo que esto ha sido un malentendido que se ha llevado demasiado lejos, ¿cómo voy yo a insinuarme a una señora de más de 60 años?”.
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