martes, 12 de mayo de 2015

CIUTADANS RECAMBIOS



CIUTADANS RECAMBIOS

Debo confesar que el ciudadano Albert Rivera, presidente de la afamada empresa Ciutadans Recambios, líder en el mercado de las chapuzas electorales, filial del Pepé, S. A., a mí me da repelús. Me pasa como con su fundador, el terrorista literario Arcadi Espada. Yo veo a Albert con esa risita monjil de si es no es, siempre tan encalado, recién afeitadito, oliendo a Floïd y a po...lvos de talco Ausonia y me da un no sé qué difícil de explicar. Nada bueno.

Se ve que entiende poco de política y supone que los demás entendemos menos, por eso se define como de centro-izquierda, cuando en realidad Ciutadans Recambios es una empresa que de estar cercana al centro sería centro-fascista. Para empezar, Eduardo Inda, conocido en los bajos fondos periodísticos como Edu el Asustaviejas o Edu el Jartible, jamás defendería a un partido de centro-izquierda, y a este lo defiende como a su pellejo.

Albert es partidario de externalizar la sanidad y de otras gamberradas neoliberales por el estilo, pero a diferencia de Mariano, actúa más que piensa. Tiene decisión, un mal pronto resolutivo y marcial, como de coronel de las Waffen-SS. ¿Qué coño pasa con los andaluces? A pescar, coño. ¿El IVA? La madre que parió al IVA, a tomar porculo, el mismo IVA para todo, y el papel higiénico, con la faltita que hará pronto, llevaría el mismo impuesto que el Moët Chandon o los yates de lujo.

¿Qué problema hay con la vivienda? Cago en to lo que se menea, dos tíos por habitación. Punto. ¿Regenerar la democracia? ¿Eso es un problema? Cagondiós. Del 75 p’atrás no juegan; y claro, yo que nací en el 62, me veo en un campo de concentración con una “V” de viejo en el pijama de rayas, deambulando entre barracones de tablas, temiendo el día de mi cumpleaños y ansiando que los tanques rusos derrumben la puerta.

No me gusta Ciutadans, aunque el presidente del Banco de Sabadell los tenga en la palma de la mano. Les hizo el programa Luis Garicano, economista favorito de las multinacionales, apuestan por el contrato único, viejo sueño de la CEOE, no han condenado el franquismo, rechazan la dación en pago, votan contra los impuestos a los ricos, son amigos de las eléctricas y partidarios del TTIP, y más opacos incluso que el Pepé S.A. Al Tribunal de Cuentas lo ningunean y se niegan a decirle cómo y quién los financia.

Los medios al servicio de la oligarquía financiera lo silencian, pero indaguen y comprobarán que Albert se manifiesta con neonazis, falangistas y xenófobos, concurre a las Europeas con la ultraderecha y le encantan las puertas giratorias: ahí está uno de sus muchos imputados, Jordi Cañas, exportavoz del Parlament, dimitido por fraude a Hacienda y recolocado como asesor en el Parlamento Europeo. No me fío un pelo de este Albert. A ver si no crían cuervos y al final les sacan los ojos. A ellos y a nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario