martes, 7 de abril de 2015

Ciudadanos, el recambio de la derecha para intentar que nada cambie



Ha llegado justo a tiempo para evitar lo que podría ser una catástrofe para el sistema. El bipartidismo nunca volverá a ser lo que era, pero el Poder ha sabido levantar en unas semanas la herramienta necesaria para que todo quede (casi) como hasta ahora. Podemos ya no era una moda pasajera y empezaba a ser peligroso. Ciudadanos es el recambio de la derecha para intentar que apenas nada cambie.



Albert Rivera



Hay quien lo llama el 'Podemos de la derecha' y también lo califican como una formación conservadora civilizada y más moderna que el PP. Pero un somero análisis de su comportamiento y de sus decisiones durante los nueve años de vida que tiene muestra que Ciudadanos es más de lo mismo, aunque sin tanta corbata ni trajes de chaqueta.

El partido de Albert Rivera nació en Cataluña en 2006, ganando tres escaños en el Parlamento catalán ese mismo año. Desde entonces, en las encuestas de opinión CEO que se hacen en Cataluña, los encuestados lo identifican como el segundo partido más derechista en el Parlament, sólo superado por el PP y más a la derecha que el partido conservador gobernante, CiU.

Su líder proviene de las filas del PP, y su número dos, Carina Mejías, fue concejal y diputado del PP catalán durante más de veinte años. En Cataluña, Ciudadanos se ha caracterizado, sobre todo, por su radical oposición a cualquier movimiento que oliese a la identidad catalana y a su profunda xenofobia.

Rivera no quiere saber nada de los asesinatos del franquismo, siempre se ha negado a condenar los crímenes del aquella dictadura, y se ha opuesto a que otros partidos condenen aquel régimen. Así, en octubre de 2013, se unieron al PP para protestar ante el Parlament por una moción que condenaba los regímenes totalitarios, incluido el de Franco. También ha participado en manifestaciones junto a partidos y organizaciones de extrema derecha, y votó en contra de la financiación de actividades sobre la Memoria Histórica.

Las políticas de Ciudadanos en materia de inmigración están muy cercanas a las de la extrema derecha. En 2013 presentó un proyecto de ley para prohibir el burka en Cataluña, y en uno de sus documentos oficiales se lee que "los inmigrantes no pueden evitar obedecer y respetar las leyes y los valores democráticos de la sociedad española y europea", dando a entender que no los respetan. Pero lo más grave es su negativa a dar asistencia sanitaria a los inmigrantes 'sin papeles'.

Sus políticas sobre el aborto defienden la exigencia del consentimiento paterno para las menores de 18 años, y propone un 'período de reflexión' obligatorio de cinco cinco días para que las mujeres se piensen bien su decisión de interrumpir su embarazo.

Ciudadanos ha propuesto un plazo máximo de 12 semanas para abortar, que solo se podría ampliar en el caso de un riesgo grave para la salud o la vida de la madre, deformidad grave en el feto o, en caso de violación y la mujer haya sufrido un secuestro durante más de 12 semanas.

Su conservadurismo se refleja también en materia de igualdad. Con motivo del Día Mujer, Rivera anunció su oposición a la representación equitativa de las mujeres en las listas electorales mediante un sistema de cremallera, una práctica que se ha impuesto en muchos partidos.

También tiene sombras en el ámbito de la transparencia. En su informe del pasado mes de enero, el Tribunal de Cuentas catalán informó de varias irregularidades sobre la financiación del partido, y resaltaba que era el único partido de Cataluña que no había proporcionado información sobre las subvenciones, donaciones y préstamos que había recibido.

Como colofón, José Ángel Crego, presidente del Círculo Empresarial Leonés y cabeza de lista por León de Ciudadanos, preguntaba en un programa de televisión por qué un empleado no le pagaba a la empresa 45 días por año trabajado.








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