Entre las principales causas del vaginismo, el especialista menciona: haber sufrido un trauma o abuso sexual pasado, factores psicológicos, antecedentes de incomodidad con las relaciones sexuales, dolor previo por otra causa. No obstante reconoce que “en algunas pacientes no se puede descubrir una causa”.
Según detalla el ginecólogo y cirujano estético, el vaginismo puede afectar a mujeres de todas las edades, inclusive adolescentes y a pacientes que han tenido partos vaginales. Como se ha dicho, los síntomas característicos de esta patología son la penetración vaginal difícil, dolorosa o imposible durante la relación sexual, el dolor vaginal durante la relación sexual o durante un examen pélvico.
“La toxina botulínica (botox) aplicada en los músculos pélvicos actúa como un relajante muscular, paralizándolos y relajándolos temporariamente. Se ha desarrollado una novedosa técnica de aplicación, con un tratamiento ambulatorio, en el que se aplica la cantidad mínima necesaria, con excelentes y rápidos resultados”, asegura Imbriano, a cargo de la Unidad de Estética Genital Femenina en Delsur Medicina Estética.
“El bótox es una droga muy potente para controlar el exceso de la contracción muscular perivaginal y se aplica mediante microinyecciones indoloras, ya que se usa anestesia local”, describe.
“Su efecto comienza gradualmente a las 48 horas de la aplicación, siendo máximo a los 15 días, lo que permite que una vez que la vagina se relaja y permite la penetración, el efecto dilatador de las relaciones sexuales hace que no sean necesarios tratamientos posteriores, porque al concretar la penetración la paciente gana confianza en sí misma y se logra una vida sexual normal. Al mismo tiempo la paciente puede continuar su terapia psicológica para poder encontrar el origen o causa de su padecimiento”, agrega.
Antes de la aplicación del bótox, la opción era la terapia psicológica, con ejercicios de dilatación vaginal mediante dilatadores plásticos, recuerda el experto. “El problema surgía por el hecho de que la mayoría de las pacientes tardaban mucho tiempo hasta intentar la penetración con un dilatador plástico, es por eso que el bótox permite acortar el tiempo para lograr la relajación de la musculatura perivaginal”, subraya.
Por último, Imbriano aconseja a las parejas de pacientes con vaginismo que las acompañen, sin forzar la penetración, sino dedicando tiempo al juego previo y sin generar ansiedades. “Una vez que el efecto del bótox ha comenzado y se obtiene la relajación de los músculos, el hombre puede probar una penetración suave y sin premura”, concluye.