domingo, 25 de enero de 2015

Fernando Parrilla Zapata


Tanto se gana en política que puede poner precio a la amistad? hablaba mi amigo Illanes del zurullo de su pueblo que llegó a alcalde de la capital, un tio impresentable que en plena cafetería del Parlamento quería demostrar su hombría con los güevos encima de la mesa. Yo lo conozco con el sobrenombre de "EL TARJETAS", que tienes algún problema?, eso te lo soluciona él, sólo con el hecho de llamar a su secretario; pero por lo menos te dá una tarjetita al canto.
Más complicado es relacionarse con politic@s que como única respuesta te dicen que "no entienden tus formas"...esos, son dioses del Olimpo, gente que no entiende de democracia, pelotas de turno, consagrados pesoeros, gente que en los malos tiempos eran de derechas como tenía que ser: catolic@s, apostólic@s y roman@s.
Personas que dicen quererte y que ven una pestaña en mi pupila pero no se dan cuenta de los palitracos en sus corazones. Almas heladas que jamás luchan por nada, amig@s de médicos-camellos que les facilitan drogas contra el dolor mental, cuentas saneadas pero en bolsas de mierda, perfiles cambiados para eludir la responsabilidad que adquieren cuando firman el cargo. Fieras de trapo que no saben defender sus posturas, sencillamente, porque tal vez no tengan.
Se acercan las elecciones y sus pagas tiemblan, pero no hay problemas, ya aprendieron a escribir lo que les dictó el maestro: ahí hay un hombre que dice ay!!! aunque el sentido de la frase jamás lo han entendido y no se dan cuenta de lo que cuesta buscarse la vida siendo una oveja negra, acumulan fobias, viven y no dejan vivir, huyen de la realidad, te exprimen cuando te necesitan, no olvidéis que éramos amig@s, y ahora, sencillamente, dan asco.
Vómito desde la implicación con la humanidad, lucho por huir de ell@s, pero ahí están para ponerte zancadillas, para torturarte la existencia, eso si, con muchos besos y abrazos.
Menuda mierda!!!
Cuando se me hinchan las pelotas, les consta, que el miedo es el peor enemigo de la libertad y creo que sienten que cuando se tienen las cosas claras, ahí, no existe el miedo. Se dan cuenta que no coleccionas euros, sino pinceladas, pinturas, poemas, abstracciones lógicas, miradas limpias y música.
Yo, soy yo, pero no soy
puedo ser sensibilidad pero soy hierro
y pudiendo ser hierro, antepongo mi alma, mi locura insensata, mi positividad y comienzo de nuevo.
Otra vez me he equivocado.
Y siempre, recuerdo a Jim Morrison y The Doors: THE END
ESTO ES EL FIN
MARAVILLOS@ AMIG@, EL FIN.