martes, 28 de octubre de 2014

El pequeño Nicolás, con su álbum de fotos, merece una estatua y una calle en Madrid










"Vaya por delante que esta Instructora no acierta a comprender cómo un joven de 20 años, con su mera palabrería […] puede acceder a las conferencias, lugares y actos a los que accedió sin alertar desde el inicio de su conducta a nadie, por muy de las Juventudes del PP que manifieste haber sido".

Este (tremendo) párrafo de la juez sobre el pequeño Nicolás retrata mejor que nada la falsedad que envuelve los ritos rancios del poder, en cuyos pomposos y acartonados actos se puede colar un jeta con un buen traje y unas dotes de charlatán vendedor de humo.

Nadie sabía realmente de dónde había salido ni de quién era amigo pero por si acaso todo el mundo le seguía la corriente. Hasta que la Policía lo detuvo hace unos días, tras movilizar a todo el entramado de las fuerzas de seguridad del Estado.


















El crítico de cine Carlos Boyero escribe que "Steven Spielberg buceó en hechos reales en su película 'Atrápame si puedes' para contar la historia de un estafador de altura, un maestro en suplantación y falsas identidades, un tipo tan imaginativo como escurridizo que tuvo en jaque al FBI y a Interpol una década. Esa esplendorosa carrera comienza cuando el tipo tiene 18 años y en tiempo mínimo trinca millones de dólares.

"A ese insólito genio lo interpreta Leonardo Di Caprio, una estrella molona que te puede hacer creer lo que les dé la gana a él y a Spielberg. Cosas del cine. Pero al ver el careto de pan del flipante impostor Fran Nicolás y constatas sus hazañas desde que tenía 17 años en el mundo de los políticos, empresarios, e incluso de la sagrada realeza, se me escapa la bendita carcajada...

"A este chaval, la incertidumbre le debe de parecer algo propio del retraso mental. Es prodigioso que tuviera tan claras sus metas vitales. Ha demostrado que a edad tan tierna se puede practicar idéntica metodología que los curtidos profesionales de la política como intermediario en el trapicheo de influencias y favores, chantaje, suplantación de credenciales institucionales, aparente cercanía a los círculos del poder político y financiero...

"Verle sentado en compañía de Aznar durante solemne acto pepero o adoptando el saludo cortesano hacia Su Majestad en la restringida recepción después de que le plantaran la corona, tiene el efecto de un tripi. Si la casta fuera consecuente, le dedicaría una estatua y una avenida a Nicolás. Este niño ejemplifica la farsa en la que ellos solo se diploman al hacerse adultos.