Al zamorano Segismundo Arribas, toxicómano rehabilitado, le han caído tres años de cárcel por sustraer herramientas de una obra valoradas en 476 euros. Ya sabemos cómo ponen al personal algunas sustancias, solo tienen que leer a Hermann Tertsch para hacerse una idea, es entendible. De esto hace ya cinco años y ahora Segismundo está rehabilitado, tiene una familia y trabaja de monitor en el Proyecto Hombre. Pero en España la justicia es igual para todos, ya lo dijo Juancar el Campechano, el que la hace la paga, y Segismundo tiene que a ir a la cárcel. Ni suplicatorios, ni concentraciones de perroflautas ni firmas por Internet. No hay tu tía: al trullo.
Como confío en la equidad de la justicia española y en las matemáticas, me he puesto a echar cuentas a ver lo que le cae a otros. Por esa regla de tres, a Fabra, que nos ha birlado un millón de euros tirando por lo bajo, le debieron caer 6.329 años, aunque por un fallo contable, supongo, solo le endilgaron cuatro. Pelillos a la mar, lo gratificante es imaginar al resto con las carnes abiertas tras la ejemplarizante sentencia de Segismundo.
Los de los ERE, por ejemplo: 855 millones. A poco que entrullen a 10 salen a 541.139 años por barba. Al Urdanga -25 millones por ahora-, le van a caer 158.228 años como mínimo, eso seguro, ya se encargará su suegro. Bárcenas –de momento 47 millones y sumando-, se pasará 297.468 años en Soto del Real. Le dará tiempo a sacar 58.493 carreras con doctorado incluido, lo que puede ser hasta peligroso. Y solo con que dos tercios del patrimonio Pujol sea de origen ilícito, el molt honorable se come en el trullo 12.658.228 años y un día, o sea: 126.582 siglos, 28 años y el día.
Para que se hagan una idea de lo que le va a caer: imagínense la Tierra en la niebla de los tiempos, cuando el Australopithecus campeaba a sus anchas por los eriales ibéricos, en los anales del bipedismo, no del bipartidismo. Imaginen que un molt honorable Australopithecus saquea las manzanas y las berenjenas del clan. Que lo cogen y lo encierran en una cueva. Pues bien, a día de hoy, 31 de agosto de 2014, le quedarían aún 10.000.000 de años y un día de cueva. Ya son años. Pues eso le va a caer a Pujol, y me alegro. Al resto de las bandas, en proporción a la sentencia de Segismundo, una burrada parecida. Y además tendrán que devolver la pasta como Segismundo las herramientas. El que lo dude es un despreciable antisistema al que según Mariano “hay que dar de lado porque su objetivo es decir lo mal que van las cosas”. Ya lo saben.
