jueves, 18 de septiembre de 2014

Qué duele más, una patada en los testículos o dar a luz?



Todos en algún momento hemos escuchado a por lo menos un hombre diciendo “no sabes lo que duele porque no tienes un par” y seguramente también has oído a una mujer diciendo “¿tú qué sabes de dolor si no has dado a luz?”. Un video creado por ASAP Science ilustra y analiza esta eterna batalla por saber quién aguanta más dolor, hombres o mujeres.



En algunas publicaciones que circulan en internet aseguran que nuestro cuerpo aguanta poco más de 45 DEL, escala mencionada en los postsDar a luz equivale, según los internautas, a 57 DEL mientras que ser pateado en los testículos duele poco más de 9000 DEL. El video de ASAP Science desmiente esto, pues para empezar la escala de medición del dolor se llama DOL y no DEL.

¿QUÉ ES EL DOLOR?

Para entender qué duele más tenemos que empezar por saber qué es eldolor.
El dolor viene de las células nerviosas llamadas nociceptores, estas mandan señales a la médula espinal y al cerebro sobre una sensación desagradable.
La señal nociceptiva debe transformarse en una señal eléctrica para que pueda ser interpretada por el cerebro, desde donde se determina laintensidad del dolor que sentimos.
Volvamos a la pregunta inicial, ¿qué duele másdar a luz o ser pateadoen los testículos?
Como el dolor es algo subjetivo en todos los cuerpos, sólo se puede hacer una comparación.
En el video se asegura que el dolor de una patada en los testículos conlleva no sólo la sensación desagradable sino le añade un peculiar malestar estomacal que puede desencadenar en nauseas, además de alta presión sanguínea, aumento en el número de palpitaciones del corazón y sudoración. Suena feo. Sin embargo esa sensación sólo dura unos minutos contrario a una labor de parto que generalmente dura alrededor de ocho horas.
En ese tiempo la mujer no sólo siente dolor en el vientre y músculos cercanos también padece náuseas, fatiga, tensión y estiramiento muscular.
A esto se le tiene que añadir el estado de ánimo del hombre golpeado y de la mujer embarazada, su edad y su complexión corporal. Y no sólo eso, en el varón también cuentan la velocidad y el ángulo en el que le fue propinado el golpe. En la mujer además de lo mencionado también cuentan el tamaño del bebé, la experiencia como madre y el tiempo de parto.
El resultado es un empate, pero se presta para una amplia discusión sobre sexos que más que datos científicos necesita una labor práctica para dar una opinión.