A los 15 años, el joven era uno de los alumnos más obesos de su escuela en Gran Bretaña culpa de su sedentarismo y a su afición por la comida chatarra.
“Tan pronto como me perdí peso las personas comenzaron a decirme que me parecía a David Beckham, al principio yo sólo me reía. Entonces se me acercó una agencia de modelaje y me preguntaron si estaba interesado en que fingir ser él. Yo pensé: Espera un minuto, tal vez pueda usar esta ventaja para mí”, contó Nathan.
“Mi vida ha cambiado de muchas maneras. Estoy más seguro, más sano, más en forma. Realmente me siento como una persona diferente a cuando tenía 15 años y pesaba más de 300 libras”, concluyó.