Refugiado en la humilde
suite del
hotel
Shiva Luxury SuperPlatinum UberRich, en la
India, nos recibe
Amadeo Burgués. El joven aventurero se descalza las botas y nos muestra el tatuaje de su pantorrilla. Leemos:
“Atrévete a soñar, maricón”. Acto seguido, llama al anciano hindú que limpia su bicicleta
fixie, lo despeina cariñosamente y le entrega un rotulador.
«Darles comida es lo fácil – asegura -
yo les animo a pintar. Les doy comida para el alma».
Amadeo se propuso dar la vuelta en mundo en bicicleta. Las autoridades pakistaníes le desaconsejaron atravesar la ciudad de
Paalmash Kuüloh Blankö, advirtiéndole que era un avispero de narcotraficantes, milicianos yihadistas y monos talibanes gigantes con ébola.
Pero
él insistió.
«Quería mandar un mensaje –afirma-
decir
al mundo que, por muy distintas que sean nuestras culturas, debemos
respetarnos. Por eso decidí cruzar la frontera con una camiseta que
dijera Los de Al-Qaeda me coméis la polla». El recuerdo le humedece los ojos. Apenas
puede
continuar su relato:
«Es
un milagro que nadie saliera herido. Excepto por los 17 escoltas
muertos, claro. Y por sus 94 mujeres. Ah, y por sus hijos, a quienes
empleé como proyectiles para
poder escapar».
Burgués
es un aventurero extremo. Siempre en busca de sus propios límites.
Revisando su Facebook, que actualiza durante el viaje, encontramos
mensajes como éste:
«Ya estoy en Irán. Muy bonito. Voy a pasar por
delante de una mezquita vestido de rabino enseñando la chorra. ¡A ver si
tenéis cojones de decirme algo, payasos!».
Hay quien
considera a Burgués un héroe y un ejemplo de autosuperación. Otros, en
cambio, ven en él a un niño de papá caprichoso y narcisista que pone en
peligro su vida y la de los demás
solo
para llamar la atención. El joven se defiende:
«Estoy
harto de que me llamen ‘niño de papá’. Soy pacifista, pero si vuelvo a
oír eso, llamaré a mi padre y hará que sus seguratas os pateen el culo».
Antes de despedirnos, Burgués nos
hace
una confesión final:
«Quiero pediros un último favor. Por los niños». Le escuchamos:
«Hacedme megusta en Facebook».