martes, 3 de diciembre de 2013

Una maleta vibrante con olor a pasión

Las reuniones de “tupper sex” son una oportunidad divertida para hablar de sexo, desmontar mitos y aparcar prejuicios
- Las mujeres de la familia Arribas se han reunido en el salón para hablar de algo que les abruma pero que, a la vez, les provoca curiosidad. Frente a ellas, la escritora Pilar Ordoñez abre una maleta sin fondo provista de velas, cremas y juguetes eróticos: la fiesta acaba de empezar, “hablemos de sexo”.
Uno de los espacios de Lyly Blossom, tienda especializada en juguetería sexual y corsetería de lujo. EFE/ Isabel Peláez
Se trata de una situación típica de “tupper sex“, una reunión de personas que se citan para tratar temas como la pasión efímera, el sexo mitificado o los príncipes azules que salen rana. A la cháchara distendida se une un arsenal de complementos para que el deseo no languidezca o, simplemente, para añadir humor a las relaciones.

En la piel del otro

La “sexualidad iguala a todas las mujeres”, explica Ordoñez, quien ha reunido en su libro, “Miss Tupper Sex” (Aguilar), testimonios reales de mujeres que hablan sin vergüenza de sus experiencias sexuales, algunas tan divertidas como la que describe una persona anónima que juega con su pareja a interpretar variados y exóticos personajes.
La escritora Pilar Ordoñez, autora de "Miss Tupper Sex". EFE/ P.Ordoñez
El “heterogéneo” cúmulo de vivencias femeninas que ha conocido Pilar Ordoñez en sesiones de “tupper sex” con otras mujeres prueban que amas de casa, médicas, cantantes, profesoras y atletas, “casadas, solteras o ‘arrejuntadas’” de todas las edades, padecen semejantes preocupaciones y fantasean con parecidos estereotipos de hombre.
De la misma opinión se muestra la responsable de formación de la tienda de lencería y corsetería erótica de lujo Lily Blossom, Almudena Martínez; la globalización no sólo ha asemejado gustos culturales y sociales entre los habitantes del planeta, cada vez más conectado, sino también “prácticas sexuales“, ha afirmado.

No es lo que parece

Las fantasías eróticas “son comunes” entre la mayoría de mortales: “Solemos soñar con las mismas cosas”, explica Almudena Martínez
Lily Blossom recibe diariamente a un público “internacional” que viene, sin embargo, reclamando las mismas cosas. Los lubricantes y “dildos” continúan en el “top” de objetos más vendidos, aunque la gama se amplía a otros artilugios más discretos como una memoria “usb”, una funda de puros o un pintalabios que, en realidad, vibran.
La gama de productos eróticos es prácticamente ilimitada y a gusto del consumidor. EFE/ Isabel Peláez
Las cremas afrodisíacas de pomelo y frambuesa y los artículos de “bondage” o dominación completan una gama de productos de lujo que se presentan en colores muy llamativos como el pistacho, el rosa fucsia o el naranja. Un juguete erótico combina funcionalidad, tecnología y un aspecto visual “muy atractivo”, ha explicado Almudena Martínez.
La corsetería de pedrería exclusiva de la diseñadora Maya Hansen es uno de los reclamos de la tienda, así como los talleres en los que Almudena Martínez lidia con algunas personas que esgrimen concepciones erróneas sobre el sexo o comparten experiencias poco gratificantes o insustanciales. “Muchas mujeres no han tenido un orgasmo en su vida, y eso es muy triste”, lamenta esta sexóloga.
Un acercamiento “más normalizado” a la sexualidad, opinan Martínez y Ordoñez, desemboca en relaciones “más placenteras” para las dos partes (si es que hay dos partes), han aclarado a Efe Estilo.

Complejos fuera

El condicionante cultural ha “sometido” a las mujeres a un estado de retraimiento respecto a su cuerpo que ha provocado sentimientos “de culpa y miedo” entre ellas, comenta Ordoñez.
Los juguetes eróticos sintetizan tecnología, funcionalidad y diseño. EFE/ Isabel Peláez
Sin embargo, sus conversaciones con mujeres en este tipo de reuniones, donde hijas y madres, amigas y compañeras de trabajo hablan sin tapujos sobre su mundología sexual, le hacen pensar que las féminas se están liberando del “dominio” que han sufrido.
Los hombres son más desconfiados al principio, pero acaban sucumbiendo, con igual entusiasmo, a ese juego de preámbulos prolongados que proporcionan los ungüentos, los “gloss” mentolados, los inciensos exóticos y los pétalos de rosa que contiene la maleta de Pilar Ordoñez, quien celebrará una de estas reuniones el próximo 9 de diciembre en Madrid para hablar de sexo con ironía y humor.
El sexo femenino se está “liberando” del dominio que ha sufrido, también en el plano sexual
El flanco femenino de los Arribas abandona el salón entre risas, pero algo ha cambiado entre ellas; la inicial conversación pudorosa se ha convertido en un rico diálogo con el que han aprendido no sólo la variedad de juguetes con los que combatir la apatía, sino también que el sexo es algo normal que les permite conocerse mejor. EFE.