sábado, 30 de noviembre de 2013

La verdadera cara de los violadores en la calle

Miquel Ricart

Miquel Ricart

Ricart fue condenado a 170 años de prisión por secuestro, violación y asesinato cuando tenía 23 años. El asesino de Alcásser ha salido de la cárcel con 44 años de edad.
 Juan Manuel Valentín Tejero

Juan Manuel Valentín Tejero

Tejero fue condenado a 50 años de cárcel por la muerte, rapto y violación de Olga Sangrador, una niña de nueve años. El asesino salió de la prisión de Herrera de La Mancha el pasado miércoles.

Manuel González González, el loco del chándal

Manuel González González, el loco del chándal

González fue condenado a 169 años de prisión por atacar, con flechas y navajas, a 16 mujeres, una de las cuales murió. Sin embargo, a causa de la anulación de la doctrina Parot, El loco del chándal salió de la prisión de Brians-II de Barcelona el pasado 22 de noviembre.
Pedro Luis Gallego, el violador del ascensor

Pedro Luis Gallego, el violador del ascensor

Gallego fue condenado a 273 años de prisión por dos asesinatos y 18 violaciones. Salió de la prisión el 14 de noviembre.

La derogación de la doctrina Parot ha puesto en libertad, de momento, a cuatro violadores: Manuel González González, el loco del chándal; Juan Manuel Valentín Tejero; Pedro Luis Gallego Fernández, el violador del ascensor y Miguel Ricart, el monstruo de Alcácer.

 El secretario general de la Sociedad Española de Criminología y Ciencias Forenses, Antonio Cela, ha declarado en lasprovincias.es que los asesinos y violadores que están siendo excarcelados gracias a la derogación de la doctrina Parot son "irrecuperables" y "delincuentes por convicción".
Criminólogos y psicólogos apuntan, en contra de la opinión general, que la mayoría de los violadores que salen de prisión no suele reincidir. Santiago Redondo, autor del primer informe en España sobre la evolución de los criminales sexuales tras su paso por la cárcel, cifró el margen de riesgo por debajo del 20%, aunque recordó que "parece más fácil identificar aquellos casos que probablemente no reincidirán que aquellos que sí lo harán". No es el caso de Pedro Luis Gallego ni el de Juan Manuel Valentín Tejero.
Cela afirma que los expertos no tienen dudas: "Lo que hacen, está para ellos muy por encima de los valores que quiebran". Por su parte, una psicóloga que no puede desvelar su identidad debido a que sigue trabajando con este tipo de individuos tras las rejas, afirma que "es como trabajar con una silla o una papelera. Ni estos objetos ni ellos tienen sentimientos de culpa. (…) Tienen carencia absoluta de afectividad y no se arrepienten de nada. Son perfiles psicopáticos en los que, además de agresores, son asesinos. Ese plus de violencia les hace sentirse por encima de todo y de todos".

Psicosis en la zona

En Valladolid no se habla de otra cosa desde que Pedro Luis Gallego Fernández saliera de la prisión de Alcalá Meco. "Sabemos que está en la ciudad. Y nos sentimos amenazados, sobre todo los que tenemos hijas", dice el propietario de un mesón situado junto al piso de la anciana madre del violador. Esa es la dirección postal que el exconvicto ha comunicado a Instituciones Penitenciarias. En esta semana escasa, decenas de llamadas telefónicas han alertado a los cuerpos policiales de su presencia en cuatro de los barrios más populares de la ciudad. También los vecinos de poblaciones cercanas a Medina del Campo afirman haberle identificado.
Según Las Provincias, el desasosiego se extiende a los jóvenes, que se cruzan mensajes de inquietud en las redes sociales: en Twitter circulan avisos y montajes de fotos con las varias caras que se le conocen de sus múltiples presencias ante la justicia. Incluso un retrato-robot de la que parece ser su nueva identidad. Junto a un rostro y una cabeza completamente rapada puede leerse: "Atención chicas vallisoletanas. Este es el estado actual del violador del ascensor. Fijaos bien y difundirla".
Un grupo de universitarias -en ese entorno también cometió varias agresiones sexuales- ha propuesto que todas las mujeres de la ciudad se compren un silbato y lo hagan sonar cuando le vean o crean que le han visto.

"No hay derecho"

Este viernes, en Es la tarde de Dieter, de esRadio, Rosa Folch contó cómo está viviendo la salida de prisión de Miguel Ricart, uno de los asesinos de las niñas de Alcácer, tras 21 años en prisión. "Lo van a sacar y tenía que haber estado toda la vida encerrado", ha lamentado Folch antes de denunciar "la vergüenza" que supone esta situación.
Según ha explicado, siente "impotencia" porque "no hay derecho" a que "las niñas estén donde están" y "ellos vayan a la calle todos". "Se ve que ellas no tenían derecho. Los derechos humanos los han tenido los criminales y violadores", ha insistido.