jueves, 23 de mayo de 2013

Saltó 300 metros, no se abrió el paracaídas

Así quedó Matthew tras la caída.

Así quedó Matthew tras la caída.

Un joven de 25 años, que ya llevaba tres años realizando esta práctica, sobrevivió de milagro tras lanzarse de un cerro cercano al lago Garda, en Italia. Si bien fue hospitalizado, sólo sufrió pequeñas heridas en las rodillas y los tobillos.

Matthew Gough tiene que sentirse muy afortunado de seguir vivo, ya que tras saltar de un risco, con pendiente vertical, de más de 300 metros de altura y no se le abriera el paracaídas, que se le quedó enredado, todavía lo puede contar. El casi milagro además quedó grabado gracias al casco que llevaba incorporada una cámara. El suceso ocurrió en un cerro cercano al lago de Garda, en Italia.
"Me siento inmensamente afortunado de sobrevivir, nunca había oído nada sobre que algo así sucediera antes y especialmente que sobreviviera a ello", dijo el propio Gough al South West News Service.
 
Gough, de 25 años, llevaba tres años y más de 180 saltos a sus espaldas, según NY DailyNews, sin nigún problema parecido a esta experiencia cara a cara con la muerte.
 
El joven fue hospitalizado inmediatamente y le dieron el alta pocas horas después, ya que simplemente sufrió pequeñas heridas en las rodillas y tobillos. A pesar de ello, Gough no piensa abandonar su modo de vida, aunque este hecho le servirá para ser "más precavido con los riesgos".