viernes, 23 de noviembre de 2012

Madrid Arena: "Viñals (el médico) estaba cruzado de brazos junto a 3 cuerpos tirados en el suelo"


Simón Viñals Pérez
"Nos quedamos pasmados. Allí estaba el doctor Viñals, de brazos cruzados, en la enfermería, y dentro tres cuerpos en el suelo. No pegaba nada. Qué hacía allí un hombre tan mayor en un concierto así". Quien habla es uno de los facultativos del Samur que prestó servicio la noche de Halloween en el Madrid Arena, y que relata a 20 minutos sus impresiones.
La primera llamada de emergencia no la realiza Viñals, sino una mujer que pide asistencia para una joven que está inconsciente "Su hijo estaba más nervioso, pero Viñals estaba tranquilo. Incluso dijo: 'Me han traído tres chicas muertas'". Un segundo facultativo añade: "Todo el material sanitario que allí había era del Samur, Viñals no tenía nada, y si lo tenía, no lo vimos. Desfibrilador no había".
Su testimonio coincide con el que ha hecho otro trabajador del Samur que ha elevado un escrito al juez, como ya adelantó la Cadena Ser, que explica que todo podría haber sido distinto si el servicio médico del doctor hubiese contado con medios avanzados de reanimación. Es decir, si hubiera tenido desfibrilador.
El informe oficial del Samur revela que la primera llamada de emergencia no la realiza Viñals, sino una mujer, a las 4.00 horas, que pide asistencia para una joven que está inconsciente. Pero no se trata de ninguna de las tres chicas que estaban en parada cardiorrespiratoria en la enfermería, sino de la cuarta chica, que fallecería días después. Fue un vigilante de seguridad quien avisó a los efectivos del Samur ya desplazados al lugar de que podía haber otras tres personas en parada en el recinto, en la enfermería. "Y allí nos encontramos al doctor Viñals. Tranquilo".

Deficiencias médicas

Este diario ha intentado sin éxito hablar con el doctor Viñals para que aclare su trabajo como médico esa noche. ¿Hubiera cambiado algo si Viñals hubiera tenido un desfibrilador? En el escrito personal del trabajador del Samur elevado al juez se habla de deficiencias e irregularidades achacables al equipo médico privado.
Aun así, Viñals podría acabar también imputado en el caso, aunque "por otros motivos", como han señalado fuentes judiciales. Por su parte, la Fiscalía pidió ayer la imputación de otras siete personas: el gerente de Madrid Espacios y Congresos, Jorge Rodrigo (destituido esta semana por Botella por "falta de confianza"); el administrador de Diviertt, José María Flores (hermano del dueño, Miguel Ángel); otros dos responsables de la seguridad de Madrid Espacios y Congresos (Rafael Pastor y Francisco del Amo) y  tres responsables de Seguriber, la empresa responsable de la seguridad en el Madrid Arena.
Además, el abogado de la familia de Belén Langdon, una de las fallecidas, anunció ayer  que pedirá  la declaración como imputados de otros cinco altos cargos del Consistorio: el jefe de la Policía Local, Emilio Monteagudo; el edil de Seguridad, Antonio de Guindos;  la delegada del Área de Seguridad, Fátima Núñez; el director general de Seguridad, Pablo Escudero, y el delegado de Emergencias y Protección Civil, Alfonso del Álamo.

Tampoco había desfibriladores

El uso de desfibriladores no está regulado en la región. En 2008 el Ayuntamiento de la capital puso en marcha un plan para dotar de "de columnas de rescate cardiaco" a 31 instalaciones deportivas, que luego se amplió a intercambiadores de transporte. El Plan de Autoprotección del Madrid Arena, de 80 páginas, no especifica si cuenta con este aparato. Por otra parte, el Ayuntamiento aseguró ayer que el hijo de Simón Viñals, Carlos Viñals, sigue en su puesto, aunque los funcionarios no pueden compatibilizar su labor con otro trabajo. Sobre esto, Viñals dijo que "no cobró" por el trabajo.
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