domingo, 14 de octubre de 2012

Felix Baumgartner completa con éxito su caída libre desde 39.068 metros

El austriaco Félix Baumgartner batió este domingo el récord de caída libre, subiéndose a la estratosfera, a 39.068 metros de altura, y lanzándose a la Tierra en el reto Red Bull Stratos.
Baumgartner cayó sano y salvo, según lo previsto en la hazaña propuesta por la marca de bebidas energéticas Red Bull, completando la misión sin problemas a las 20.17 horas, once minutos después de abandonar la cápsula.


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Baumgartner, antes de saltar, pronunció las palabras "a veces tienes que subir muy alto para darte cuenta de lo pequeño que eres". En la caída llegó a registrar velocidades superiores a los 1.000 kilómetros por hora y durante unos momentos se zarandeó sin control en el aire antes de recuperar el control y abrir el paracaídas a 6.000 metros de altura.

"A pesar de un pequeño problema con el visor de Baumgartner, que comenzó a empañarse de manera repentina durante el ascenso, todo sucedió según lo planeado", apuntó Red Bull Stratos Mission.

Baumgartner se habría convertido este domingo en la primera persona en superar la barrera del sonido sin apoyo mecánico, según datos preliminares que tienen que ser confirmados, primero en rueda de prensa anunciada por el equipo de Red Bull, que patrocina el proyecto, y después por la Federación Aeronáutica Internacional.

La rueda de prensa, que comenzará en pocos minutos, mostrará los datos del GPS grabados por Baumgartner. Esta información, apunta la BBC, será posteriormente entregada a la FAI para verificar cualquier posible récord adicional obtenido por el saltador, entre ellos el de velocidad en caída libre.

El director técnico del proyecto, Art Thompson, ha explicado en la página web de Red Bull, que todos los sistemas que Baumgartner usará para realizar su salto han superado los últimos ensayos. "La cápsula presurizada de la misión ha resistido con éxito las nuevas simulaciones a gran altitud, después de que en el último salto de prueba, realizado el mes de julio, sufriese desperfectos en el aterrizaje", ha apuntado.

Por su parte, el saltador ya señaló el las jornadas previas al salto que se sentía "como un tigre que espera salir de su jaula". Baumgartner ya fue en 2003 la primera persona que atravesó el Canal de la Mancha equipado con una ala de fibra de carbono, en un salto en caída libre. En el salto desde la estratosfera terrestre ha surcado el cielo a la misma velocidad de una bala, tal y como han explicado los expertos.

Para lograrlo, Baumgartner se ha preparado a gran altitud durante años, con el objetivo de superar las marcas establecidas hace 52 años por el antiguo coronel norteamericano Joe Kittinger. La cápsula, que pesa unos 1.315 kilogramos, sufrió desperfectos cuando aterrizó bruscamente tras el último salto de prueba efectuado por Baumgartner, desde una altitud de 29.610 metros.

Entonces, el austríaco llegó a una velocidad de 864 kilómetros por hora, es decir, tan rápido como un avión comercial. Y pocos minutos después aterrizó sano y salvo en el desierto de Nuevo México.

Los datos científicos de la hazaña

Los expertos han señalado que, además de la hazaña del saltador, esta prueba tiene también como uno de sus objetivos principales recoger datos científicos que, en última instancia, ayuden a mejorar la seguridad de los viajes espaciales, y que permitan el desarrollo de procedimientos de escape de una nave espacial que esté a gran altitud.

Con el salto se han intentado batir hasta cuatro récords: mayor velocidad en caída libre, salto de mayor altitud, vuelo en globo tripulado de mayor altitud y caída libre más larga.

El salto tuvo que ser retrasado en dos ocasiones, ya que para la misión se necesita que el clima sea perfecto para que el globo de helio de 850.000 metros cúbicos de capacidad y fabricado en un tipo de plástico diez veces más fino que el de una bolsa desechable, pueda despegar sin dificultades. El meteorólogo de la misión, Don Day, confirmó que "el principio del otoño en Nuevo México es uno de los mejores momentos del año para el lanzamiento de globos estratosféricos".

Así, en un primer momento el salto estaba previsto para el pasado lunes 7 de octubre y el viento obligó a retrasarlo un día. El martes, Baumgartner tuvo que ver cómo se iba retrasando la hora de su hazaña y cómo finalmente, cuando ya estaba en la cápsula dispuesto a comenzar su viaje hacia la estratosfera, este se cancelaba porque la situación meteorológica no era favorable.